ETMSA, candil de la calle y encadilado encandilador
n la revista Proceso que aparece hoy en los puestos se publican algunos señalamientos del duopolio taurino que controla la fiesta de toros en México y el inexplicable contraste para administrar sus prósperas empresas y el mediocre o de plano desastroso manejo de su división taurina.
“Renuentes a equilibrar tradición y modernidad, emociones y negocio, rito y mercadotecnia –comienza la nota–, el autorregulado duopolio taurino que hace dos décadas conforman los Bailleres y los Alemán con operadores de bajo perfil, apoyados por las autoridades en turno y la crítica especializada, no logra mostrar rigor de resultados ni congruencia de operación entre inversiones y utilidades, como si sus afanes taurinos no debieran parecerse al resto de sus exitosos afanes empresariales.
“Tan extraña diferencia de desempeños del duopolio, que podría resultar más o menos irrelevante, se torna alarmante frente al descenso del espectáculo taurino en el país con relación al resto de los espectáculos, en tanto que las inversiones realizadas por ambos grupos en rubros como minería, seguros, tiendas departamentales, finanzas o aerolíneas ‘de alta eficiencia’, entre otros, muestran notables cifras de crecimiento, reflejo de una planeada organización y cuidada gestión”…
Espectáculos Taurinos de México, SA. (ETMSA), es la División Taurina del Grupo Bal –Peñoles, Nacional Provincial, Palacio de Hierro, ITAM, Profuturo, entre muchas otras– que preside don Alberto Bailleres González, hoy en el lugar 58 entre los hombres más ricos del mundo, con una fortuna estimada en 15 mil 600 millones de dólares, según los indicadores de la agencia Bloomberg, además propietario y promotor de las plazas de toros de Guadalajara, las dos de Aguascalientes, León, Monterrey, Acapulco, Irapuato y Ciudad Juárez, así como de las ganaderías de San Miguel de Mimiahuápan, Begoña, Santa Teresa y recientemente San Martín, con los poderes mundiales del matador Morante de la Puebla y, como cereza en el pastel, editor del lujoso libro Arte y toreo, con fotos de Denise de la Rue y textos de Enrique Krauze y Carlos Villasuso, más el desfile cursilón de toreros de luces con fondo de obras maestras de la pintura en costoso bibelot editorial.
La gran novedad no es este despliegue de poderío taurino ineficaz, sino que hace unos días ETMSA, con algún operador de Bailleres –¿Antonio Barrera o el mimado Morante y los otros cuatro imprescindibles, o todos juntos?, a saber–, se lanzó al ruedo de la mismísima Maestranza de Sevilla para hacer a los maestrantes o propietarios de la misma una atractiva oferta, no se sabe si para fortalecer las finanzas del legendario y encarecido coso o de plano para sustituir en la gestión de éste a la familia Pagés Canorea, ya con ocho décadas de pasarle una renta puntual a los 230 maestrantes, todos de estirpe nobiliaria, y cuyo hermano mayor es desde 1762 el monarca en turno.
Se puede estar en el candelero de la opulencia y ser candil de la calle y oscuridad de su casa, o preocuparse por cosas ajenas cuando se han descuidado las propias. Igualmente andar encandilado o empeñado en adquirir algún bien o afecto, por remoto o inaccesible que resulte, pues a soñar todos tenemos derecho. Lo que entraña preocupación es encandilar a otros, en este caso marqueses y condes quebrados, deslumbrándolos con una jugosa oferta de dinero e inducirlos a capitulaciones contrarias a su monarquismo borbónico y a su complaciente taurinismo cuando se tiene una trayectoria taurina tan limitada como la de ETMSA.
Por muy urgidos de dinero fresco que estén algunos empresarios de España, deberán anteponer el profesionalismo taurino a la magnitud de las aportaciones, pues de otra manera les saldrá el tiro por la culata y queriendo aminorar la crisis que padecen sólo la agudizarán. De lujo hubiera sido empezar a tender hace años puentes sólidos para el desarrollo internacional de la fiesta de los toros entre España y el resto de los países taurinos, pero la voracidad de aquélla y el sometimiento de éstos lo han impedido. Así sucedió con la revista 6toros6, adquirida por el empresario mexicano Carlos Peralta, pero dirigida por su antiguo director español, con un hispanocentrismo semanal que acabó por hacerla incosteable en México.
¿Por qué limitada, por decir lo menos, la trayectoria taurina de ETMSA? Porque en más de dos décadas de gestión no ha hecho sino llevar la fiesta en paz en sus ocho plazas, en penoso contraste con el resto de las empresas del multimillonario corporativo. Sin intención de sacar figuras nacionales de nivel internacional, sin estrategias que en Guadalajara generen el interés del grueso del público, con ferias de relumbrón en Aguascalientes y León a base de encierros sin trapío ni bravura pero al gusto de los que figuran, y sin querer supe- rar los criterios empresariales taurinos de los Alemán, a la encandiladora ETMSA le irá mejor si empieza por barrer su empolvada casa.