Los otros dos agentes implicados rechazan proceso penal expedito
Viernes 10 de enero de 2014, p. 24
Ciudad Juárez, Chih., 9 de enero.
Magdalena González Avellaneda, ex policía municipal de Ciudad Juárez, fue sentenciada a cuatro años y nueve meses de prisión por participar, junto con otros dos agentes, en la tortura de dos acusados de vender droga, a quienes golpearon y obligaron a tragarse casquillos mezclados con orines. Además, a uno de los acusados lo atacaron sexualmente.
Junto con González Avellaneda, de 41 años, fueron detenidos José Luis González Hernández, de 34, y Miguel Pascual Melitón, de 28, acusados de tortura, abuso de autoridad, uso ilegal de la fuerza pública y abuso sexual.
La mujer fue sentenciada en un juicio abreviado, modalidad que ella eligió y que permite un proceso oral expedito, a cambio de declararse culpable. Sus compañeros no aceptaron esta opción.
La Fiscalía General del Estado informó que González Avellaneda fue sentenciada a cuatro años y nueve meses de prisión.
Asimismo tendrá que pagar 148 mil pesos por reparación de daño y quedó inhabilitada para el servicio público durante 15 años.
Los hechos ocurrieron el 6 de marzp de 2012 en el edificio vacío del antiguo Tribunal para Menores, en el bulevar Norzagaray y viaducto Díaz Ordaz, adonde los policías llevaron a los detenidos para una revisión
. Al llegar les colocaron cinta de plástico en los ojos y los golpearon para que declararan dónde vendían droga.
Después a una de las víctimas la obligaron a tragarse tres casquillos de bala con orines y le ofrecieron liberarlo si mataba a su compañero de un balazo. Como se negó, un agente tomó un bat de beisbol y se lo pasó en varias ocasiones por el ano, dándole vueltas, pero sin introducírselo.
También los impregnaron con alcohol y amenazaron con quemarlos. Al no obtener respuesta, los trasladaron a la estación de policía de Delicias. Ahí, la víctima que se tragó los casquillos comenzó a convulsionarse y fue trasladado al Hospital General, donde una radiografía detectó un cuerpo extraño en el estómago.
Las víctimas denunciaron las vejaciones y los tres policías fueron remitidos por faltas al bando de policía y buen gobierno, pero en diciembre del 2012 fueron aprehendidos.