Un centenar de jóvenes se manifestó en Guadalajara, Jalisco, contra las tarifas del transporte público aprobadas a finales de diciembre pasado, y recriminaron al gobernador priísta, Aristóteles Sandoval Díaz, que incumpla uno de sus compromisos de campaña en 2012: que no habría incrementos hasta que los concesionarios mejoraran las condiciones de las unidades y brindaran mejor servicio.

“¡El camión ya subió, Aris no cumplió!”, gritó el contingente que partió del parque Revolución, en el cruce de las calles Juárez y Federalismo, rumbo al palacio de gobierno. A su paso, exigió que se revierta el aumento de seis a siete pesos en la zona metropolitana de Guadalajara, aprobado el 21 de diciembre. En Puerto Vallarta quedó en 7.50 pesos y en el resto de la entidad en 6.50.

La protesta, convocada en redes sociales como #PosmesaltoGdl, se dirigió a las estaciones Juárez y San Juan de Dios del tren ligero. Ahí, decenas de muchachos saltaron los torniquetes y abrieron el paso para que los usuarios no pagaran el pasaje, de siete pesos.

El presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) de la Universidad de Guadalajara, Alberto Galarza Villaseñor, anunció que buscarán revertir el alza de tarifas. Detalló que esa organización interpuso un juicio de nulidad ante el Tribunal de lo Administrativo del Estado.

Galarza Villaseñor, quien ocupa un lugar de representación en la comisión tarifaria, recordó que cuando se aprobaron los incrementos la discusión nunca se centró en la calidad del servicio y la mayoría priísta avaló los aumentos que exigían los camioneros. Advirtió que en las próximas semanas la FEU buscará movilizar a unos 80 mil estudiantes.

En Zacatecas, las dirigencias estatales de los partidos de la Revolución Democrática y del Trabajo exigieron al gobernador Miguel Alonso Reyes dar marcha atrás al incremento a la tarifa del transporte urbano, de 5.50 a 6.50 pesos, en Fresnillo, Guadalupe y la capital, aplicada el primero de enero, y coincidieron en que los usuarios gastan hasta 30 por ciento de sus ingresos en este servicio.

El perredista Gerardo Espinosa dijo que el gobierno del priísta demuestra una vez más que no tiene la menor idea de las condiciones económicas en que viven los ciudadanos, ni de las carencias que padecen debido a los raquíticos salarios. Esta acción causará una escalada de los precios de la canasta básica que terminará por pulverizar la economía familiar.