Beirut, 4 de enero.

Majid al Majid, presunto líder de las Brigadas Abdulá Azzam, grupo vinculado con Al Qaeda que perpetró ataques en todo Oriente Medio antes de centrarse en la guerra civil en Siria, murió este sábado en un hospital de Beirut, informó el ejército libanés.

En un escueto comunicado, señaló que Majid falleció mientras recibía tratamiento en el hospital militar central después de que su salud se deterioró. Un general que habló a condición del anonimato explicó que el dirigente murió por insuficiencia renal.

Al Majid, ciudadano saudita que era buscado por cargos de terrorismo en Estados Unidos y Arabia Saudita, fue aprehendido en diciembre pasado, cuando se dirigía de Beirut al valle de la Becá, pero fue hasta el viernes cuando funcionarios libaneses confirmaron su identidad, luego de efectuarle un examen de ADN.

Una fuente de inteligencia implicada en la captura señaló a Dpa que, al momento de su arresto, Al Majid ya estaba enfermo. De hecho, su detención se produjo cuando era trasladado en ambulancia a la frontera con Siria después de que fue sometido a diálisis en un hospital de esta capital.

Diversos atentados

Las brigadas se han adjudicado la responsabilidad de diversos atentados en la región, entre éstos uno con bomba en 2010 contra un barco petrolero japonés en el golfo Pérsico y varios ataques con cohetes disparados desde Líbano hacia Israel.

El atentado más reciente fue el que perpetraron dos atacantes suicidas en noviembre afuera de la embajada iraní en Beirut, que dejó saldo de 23 personas muertas y decenas de heridas.

Desde que asumió el mando, a mediados de 2012, las Brigadas Abdulá Azzam crecieron, de ser un pequeño grupo a una organización más grande. Al Majid tomó la jefatura después de que el anterior líder, Salé al Qarawi, resultó gravemente lesionado en Pakistán.

En este contexto, el Estado Islámico de Irak y Siria, grupo cercano a Al Qaeda, reivindicó el atentado suicida del jueves contra un bastión del movimiento chiíta libanés Hezbolá en Beirut, que dejó al menos cinco muertos y 77 heridos.

Fue el primer pago pequeño de una abultada cuenta que esos criminales hipócritas deben esperar, afirmó en una declaración publicada en Twitter. Añadió que el ataque tenía como objetivo destrozar los bastiones de Hezbolá por enviar combatientes a Siria.