Si bien el Instituto Federal Electoral superó en más de 50 por ciento su meta de renovación de credenciales de elector 09 y 12 que perderán vigencia a partir de este miércoles, se estima que al menos 5.6 millones de ciudadanos no realizaron el trámite en este 2013 y por tanto no la podrán usar como documento de identidad a partir de enero. El organismo tenía previsto emitir 2 millones de estas micas, pero finalizarán el año con un cambio de 3.2 millones.

El director del Registro Federal de Electores, René Miranda, señaló que el objetivo se fijó en función de los recursos económicos y humanos con que cuenta la institución, que tiene 998 módulos en el país para atender la demanda estimada, al comenzar 2013, en 8.6 millones. Desde entonces se conocía que 1.6 millones no podrían ser canjeadas, porque pertenecían a ciudadanos que han emigrado, que les cancelaron sus derechos políticos por problemas legales o habían fallecido (incluidas en el universo de 5.6 millones).

En entrevista, el director del RFE se refirió al impacto que tendría en las credenciales de elector la inminente desaparición del IFE y su sustitución por el Instituto Nacional Electoral (INE). Si se pretende una renovación total de las micas de elector, esto implicaría un enorme costo, tanto por los recursos económicos como humanos involucrados en este proceso, dijo.

Si bien el costo de la mica de elector se estima en la actualidad en 8.6 pesos, eso sólo considera el plástico, sin incorporar la infraestructura material y humana que debe desplegar el instituto para satisfacer la demanda ciudadana. Miranda explicó que en los 998 módulos laboran alrededor de 4 mil 500 trabajadores (alrededor de la tercera parte de la totalidad del personal del IFE) para satisfacer una demanda anual de 13 a 13.5 millones de credenciales.

En algunos años, dijo, se han expedido 12 millones o en otros hasta 14 millones de credenciales, pero si se contabilizan recursos humanos y materiales, el costo por credencial de elector ronda los 200 pesos cada una. Para 2014 el IFE tiene previsto destinar mil 748 millones de pesos a la actualización del padrón electoral y expedición de la credencial, lo que confirma la tendencia histórica de ser el rubro al que se le destina la mayor proporción del gasto.

Ante la inminente desaparición del IFE y la creación del INE, Miranda alertó sobre la necesidad de establecer un periodo de transición entre ambas instituciones, por lo que corresponde a la credencial de elector, pues involucrarse en una renovación total de credenciales implicaría un enorme costo, además de una tarea muy compleja para efectuarla en un corto periodo.

Con un padrón superior a los 80 millones de electores y a un ritmo de 13 millones de credenciales emitidas anualmente, tratar de renovarlas con la denominación de la nueva autoridad electoral, implicaría incrementar sustancialmente el personal del RFE y las partidas presupuestales para lograr el cambio en un periodo relativamente corto.

Miranda recordó que empeñarse en un proyecto de semejantes dimensiones no sería fácil pues ya en su momento, la Secretaría de Gobernación intentó expedir la cédula de identidad para menores en un corto plazo y no obtuvo el éxito que esperaban.

–¿Podría ser la coyuntura para introducir la cédula de identidad en sustitución de la credencial de elector?

–Nosotros estamos abocados a emitir la mica para votar. Sabemos que hay una situación para expedir una cédula de identidad. Eso obedece a las diferentes visiones en los distintos gobiernos. Lo que tenemos que hacer es un instrumento muy seguro y los legisladores que definan lo necesario.