Sus objetivos siempre fueron aumentar las exportaciones y atraer capitales, dice
Martes 31 de diciembre de 2013, p. 4
El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) nunca fue planteado como una panacea económica que iba a resolver todos los problemas sociales de México, pero en cambio cumplió cabalmente con los objetivos para los que fue firmado, que eran incrementar las exportaciones y tener mayor capacidad de atraer inversión extranjera, sostuvo Jaime Serra Puche, secretario de Comercio y Fomento Industrial durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, el equivalente actual a secretario de Economía.
A 20 años de la entrada en vigor del acuerdo del cual fue el principal negociador por la parte mexicana, el ex funcionario federal señaló que evaluar los resultados del tratado con base en las cifras de pobreza y desempleo que persisten en la actualidad es una evaluación un poquitín injusta
, ya que hay muchas cosas que el tratado no resolvió y que no podía resolver
.
En entrevista en sus oficinas en Santa Fe, donde preside una consultora en temas de inversión, financiamiento y derecho corporativo, entre otros asuntos, Serra sostuvo que si se hubiera abierto el tema de telecomunicaciones hace 10 años, o si se hubiera dado la apertura del sector energético hace 10 o 20 años, el panorama hoy sería distinto.
Es muy difícil saber qué le hubiera pasado a México sin el TLCAN, pero lo que sí sé es que es sólo un instrumento. El tratado contribuye con su componente, pero si los otros asuntos no ocurren, como resolver problemas sectoriales, quitar cuellos de botella, asegurarse que el gasto público sea mejor, etcétera, todas las cosas que se necesitan para crecer, es muy difícil que ocurran
.
De acuerdo con el ex funcionario las preocupaciones que había durante la negociación del acuerdo, de que el mercado mexicano se inundaría de productos extranjeros, resultaron infundadas, ya que en 1993 México tenía un déficit comercial de alrededor de 3 mil millones de dólares con Estados Unidos, mientras que hoy hay superávit de más de 85 mil millones.
Lo que está claro es que aquellas preocupaciones que había de que nos iba a inundar el gigante no ocurrió, paradójicamente con quien tenemos déficit comercial es con los que no tenemos tratado de libre comercio, como China; entonces, como que el instrumento tratado no explica esa relación tanto como otros factores.
También rechazó las críticas que se hacían entonces de que la industria mexicana estaba poco preparada para competir con los gigantes estadunidenses, al señalar que justamente para eso se hizo un periodo de transición
, a través del cual la apertura se hizo de manera gradual.
Comentó que si las empresas mexicanas tuvieran una cultura mayor de invertir en investigación y desarrollo y atraer talento, hoy estaríamos viendo en el mundo más marcas mexicanas de las que hay
.
Reconoció que México pudo haber negociado mejor el tema de los arreglos institucionales en el tratado, particularmente en lo referente a la resolución de disputas.
No hemos sido capaces como región o como país de resolver el problema de los camiones, es increíble. Los estadunidenses han violado el tratado desde el primer día.
Sobre la visión que se debe tener de este punto hacia adelante Serra Puche consideró que tres grandes temas son los más importantes a futuro: rediseñar la arquitectura del tratado para incluir una visión regional en las exportaciones; mejorar la movilidad laboral para permitir una mayor flujo no sólo de capitales sino de personas entre los tres países que lo integran y profundizar el tema energético para que el país sea capaz de sacar beneficio a la revolución energética que ocurre en Estados Unidos con el tema del gas.