Hora de resultados
e le acabó el bono electoral al gobernador Jorge Aristóteles Sandoval Díaz. A partir de mañana, el primer día de 2014, el cheque político que le queda al priísta estará condicionado a dar resultados tangibles, a que los jaliscienses noten en los hechos el cambio que prometió en campaña.
Ahora viene la verdadera prueba. Sandoval Díaz dispondrá de un presupuesto elaborado por él; ya superó la etapa de asentarse y tomar las riendas de la administración estatal; el periodo de gracia para cada uno de los integrantes del gabinete quedó atrás. La mesa está puesta para que el priísta demuestre cómo va a emplear el cheque democrático que le dio la alternancia.
Ya no habrá pretextos. El Partido Revolucionario Institucional tendrá que demostrar en el gobierno de qué está hecho para mejorar las condiciones económicas, políticas y sociales de la entidad.
En marzo pasado, Sandoval Díaz inició su gestión con la obligación de cumplir de inmediato las promesas que adquirió en campaña, como dar apoyo a los estudiantes (mochilas con útiles escolares y vales de transporte), así como a las jefas de familia. Ahora, más allá de esas medidas efectistas, vienen los verdaderos retos: detonar el desarrollo del campo, atraer inversión privada nacional y extranjera, reactivar la economía, fortalecer la seguridad y mejorar la calidad de vida de los más de siete millones de jaliscienses.
El gobierno de Jalisco cuenta con su propio diagnóstico de la situación en la entidad y es, al mismo tiempo, el motor de las acciones que aplicará: el Plan Estatal de Desarrollo 2013-2033. Falta ver si se cumple.
A partir de mañana justificaciones y pretextos estarán fuera de lugar. Sandoval Díaz tiene el respaldo del gobierno federal priísta; el tricolor es mayoría en el Congreso local y gobierna los municipios que concentran 70 por ciento de la población del estado.
Por lo pronto, el gobernador tiene el bono que le otorgó la alternancia electoral. Habrá que ver cómo lo gasta y si no lo desperdicia.