La atención clínica de la diabetes mellitus tipo dos en México todavía está lejos de alcanzar un nivel óptimo para asegurar que los pacientes lograrán el control de este padecimiento, el cual representa para el país uno de los mayores retos en materia de salud.

Las dimensiones del problema son evidentes en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) –la principal institución de seguridad social del país–, donde a pesar de contar con un programa específico de detección y control, sus alcances aún son limitados.

Así lo revela una investigación realizada por el propio instituto, según la cual el programa Diabetimss debe revisarse para ampliar sus beneficios, aumentar la inversión económica y duplicar el número de médicos tratantes, entre otros.

La atención de la enfermedad se inscribe en el cúmulo de desafíos que enfrenta la institución y es a la vez reflejo de un problema nacional. Por la cantidad de personas que viven con diabetes, el país se ubica entre los 10 con mayor número de enfermos. La prevalencia es de 9.1 por ciento, de acuerdo con las estadísticas más recientes, aunque sólo están contabilizados los individuos que ya tienen un diagnóstico del padecimiento.

En el IMSS los derechohabientes con este mal aumentaron de 8.7 a 10.5 por ciento entre 2000 y 2011. En la actualidad están registrados 3.2 millones de afectados, indica el estudio de investigadores del IMSS, cuyos resultados se publicaron en la edición más reciente de Salud Pública de México, editada por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).

La investigación Recursos humanos para la atención de pacientes con diabetes en unidades de medicina familiar del IMSS destaca que, para el organismo, el mal representa la segunda causa de demanda de servicios en las clínicas familiares y la quinta en el nivel de especialidades.

Avances

En 2008, el instituto puso en marcha Diabetimss. La evidencia recabada por los expertos señala que los pacientes controlados tienen mejor estado de salud, mayor calidad de vida, menor demanda de servicios médicos y su atención representa un menor costo.

El trabajo comparó la calidad de la atención que reciben las personas en las consultas convencionales en el consultorio con las que ofrece Diabetimss en módulos específicos dentro de la misma clínica. En ambos casos la consulta es mensual, pero en la primera es incompleta porque sólo 3.9 por ciento de los pacientes recibe orientación nutricional y a 30 por ciento le han revisado los pies.

Esto último es relevante porque una de las principales complicaciones de la diabetes es el llamado pie diabético que, sin atención, puede derivar en la amputación de la extremidad.

El tiempo de la consulta médica se limita a 15 minutos, lo que aunado a la sobrecarga de trabajo demerita la calidad de la atención. Sólo 30 por ciento de los pacientes logra el control de este padecimiento.

En cambio, en Diabetimss que sólo atiende a personas con duración de diabetes menor a 10 años y sin complicaciones crónicas, reportan que 44 por ciento de sus pacientes están bajo control. Los investigadores dicen que la programación mensual de las consultas responde a un criterio administrativo y refieren experiencias internacionales con otros esquemas como las visitas a la clínica cada dos o tres meses para las personas con control de insulina que sólo requieren resurtir sus recetas.

El IMSS adoptó la estrategia recientemente con la finalidad de disminuir la sobrecarga de trabajo en las unidades médicas. El organismo también ha reconocido la necesidad de revisar el modelo de atención, pues como dicen los investigadores, se diseñaron para la atención de enfermedades agudas y no responden al cambio epidemiológico.

El esquema de Diabetimss es bueno, aunque limitado, porque si los pacientes requieren de atención por otros males crónicos deben acudir a su consultorio, lo que duplica los costos.

Los especialistas señalan que para mejorar la calidad del servicio el IMSS tendría que duplicar el número de médicos, tener cuatro veces más nutriólogos y trabajadores sociales para atender la demanda actual y la futura, pues las previsiones es que la cantidad de enfermos siga en aumento.