El edema macular diabético (EMD) es una complicación que se presenta en aproximadamente entre 10 y 20 por ciento de la población con diabetes y es un poco más alto en los diabéticos tipo dos, indicó Juan Ignacio Babayán Mena, especialista en oftalmología en el Hospital General de México, quien subrayó que para evitar esta y otras problemáticas oculares es indispensable que quienes padecen diabetes acudan con un oftalmólogo desde que les es detectada la enfermedad.

En entrevista con La Jornada el experto comentó que el EMD es una complicación de la diabetes que forma parte lo que llamamos retinopatía diabética, la cual, junto con el glaucoma y la maculopatía senil, es una de las tres principales causas de ceguera no recuperable en el mundo.

Precisó que esta problemática produce un engrosamiento de la retina en la zona denominada mácula; entonces, al haber líquido que ha salido hacia esa zona, la retina deja de funcionar bien y baja la visión. Destacó que se sabe que esta complicación puede presentarse mucho tiempo antes de que el paciente la detecte o se dé cuenta de que la padece.

Remarcó que hacer un diagnóstico de diabetes significa sin ningún pretexto hacer una consulta con el oftalmólogo, ya que las complicaciones de la diabetes en los ojos pueden ser tratadas y cuando menos detenidas con un tratamiento adecuado y añadió que en la diabetes existen cambios a escala de los vasos que irrigan el fondo del ojo” y por ello la importancia de tener atención oftalmológica.

Estos vasos sanguíneos dejan salir líquido en lugares específicos que se llaman microaneurismas, o puede ser en una forma más difusa, y esto se debe a que los vasos son anormales, pierden células endoteliales, los pericitos (que son células que recubren vasos capilares). Éstos dejan salir líquido porque en la diabetes los glóbulos rojos no dejan salir el oxígeno; entonces hay una falta de oxigenación en la retina y esto también es favorecido por el factor de vasoproliferación endotelial que esta aumentada en la diabetes.

Babayán acotó que también existe una relación entre la diabetes y el desarrollo de cataratas e indicó que las éstas se forman más tempranamente en pacientes con diabetes. Cuando sube mucho el azúcar pueden producirse tipos especiales de cataratas. La glucosa en niveles muy altos tiene un efecto tóxico sobre el cristalino y se puede producir una catarata patológica o bien puede acelerar el desarrollo de una catarata senil.

Sobre las cirugías para corregir las cataratas, Babayán es uno de los organizadores de las jornadas Volver a Ver sin Cataratas que se llevan a cabo desde hace 17 años en Tlapa de Comonfort, Guerrero, en las cuales un promedio de 200 personas recuperan su visión. La finalidad es dar a una población que no tiene recursos económicos apoyo médico para resolver su problema.