Este viernes, sobrecargos jubilados de Mexicana de Aviación que exigen el pago de pensiones cumplen medio año de plantón en el campamento que colocaron frente a los mostradores de la aerolínea en la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

Durante este tiempo, afirmaron, hemos soportado hambre, cambios de clima, bajamos de peso y nuestro estado de salud se deteriora, pero ni aun así bajaremos la guardia, hasta que alguna autoridad nos dé respuesta, aseguró Rogelio Martínez López, quien ha perdido 12 kilos desde que se inició el movimiento.

¿Cómo es posible que en seis meses que llevamos aquí en el campamento ninguna autoridad se haya parado? Somos invisibles.

Desde el aterrizaje forzado de Mexicana de Aviación, hace tres años, el pago de pensiones a los sobrecargos se retrasó primero, luego se las redujeron supuestamente de manera temporal, después les pagaban un mes si y otro no, hasta que esta semana, luego de más de medio año sin percibir un solo centavo, recibieron una mínima parte de las pensiones correspondientes a la última quincena de octubre y las dos de noviembre del año pasado.

Por separado, Alejandra Pérez Gallardo, quien visitó a sus compañeros, lamentó que a pesar de ser profesionista, a los 59 años nadie la contrate en ningún trabajo formal. Desde que nos dejaron de pagar mi situación es sumamente horrible. Estoy sola; no tengo dinero, cada vez bajo más de peso, tengo agotamiento, estrés, estoy mal de salud, de los nervios. Carezco de otro trabajo, no me dan empleo, a pesar de que estudié sicología social en la Universidad Autónoma Metropolitana, además tengo cursos de inglés, pero nadie me da trabajo; yo no sé si hay una consigna contra la gente de Mexicana para que no nos contraten o qué, porque no nos hacen caso.

Entrevistados en su campamento, integrado por al menos seis tiendas de campaña, una mesa, sillas y el cual delimitaron con un tendedero de carteles con sus demandas, los afectados, principalmente Cecilia Bertrand y Rogelio Martínez, se toman tiempo para recorrer los pasillos del AICM a fin de informar a los turistas nacionales y extranjeros la situación que atraviesan.

“Con dignidad, jubilados hasta el final y con la vida defenderé lo que trabajé toda mi existencia. No somos santos ni mártires; sólo exigimos lo que por ley nos pertenece y por o cual trabajamos toda nuestra vida, por una pensión vitalicia digna.

Vamos a seguir luchando mientras tengamos fuerzas. Sabemos de muchos compañeros que no pueden estar aquí porque están enfermos, pero están con nosotros. No pedimos limosna; pedimos trabajo y no nos lo dan. Es una injusticia. A los 66 años de edad a nadie le quieren dar trabajo. Es una infamia de parte de todas las autoridades que están involucradas con el aterrizaje de Mexicana, agregó Martínez López.