os trabajadores mineros, metalúrgicos y siderúrgicos de México hicimos hace unos días un balance de los hechos registrados en el año que está por terminar, 2013, y llegamos a la conclusión, más allá de triunfalismos, de que se trató de un año muy positivo para este sector fundamental de la economía nacional. Una estrategia adecuada de negociación, así como una constante vigilancia de nuestras propias actividades, así como las de la sociedad, de las empresas del ramo y las de los gobiernos federal, estatales y municipales, contribuyeron a obtener ese resultado. En otros términos, tuvimos un año de permanentes avances y éxitos porque jamás consideramos la posibilidad de rendir nuestras justas banderas de lucha en defensa de la autonomía y la libertad sindical, por el mejoramiento económico y social de nuestros agremiados y sus familias y por la solidaridad internacional que los trabajadores del mundo nos han otorgado.
Una muy importante conclusión es que a pesar de todo lo que han hecho nuestros enemigos, no nos han dividido ni destruido. Por el contrario, y muy a pesar de sus pretensiones, nos han dado la oportunidad de consolidar la fortaleza interna y la enorme solidaridad que se ha dado generosamente en el mundo en favor de nuestra tenacidad, un apoyo que jamás se había visto en la historia del movimiento sindical de México.
Hoy somos el sindicato que tiene la mayor adhesión mundial, cuyo dato más elocuente es que contamos incondicionalmente con el apoyo de más de 200 millones de trabajadores agrupados en organizaciones nacionales e internacionales de más de 140 países, encabezados por la federación internacional más fuerte del planeta, la IndustriALL Global Union.
El hecho de que yo haya viajado a Suiza con todas las garantías de ese gobierno, del 3 al 6 de diciembre, a la reunión en Ginebra del Comité Ejecutivo Mundial de IndustriALL, al cual pertenezco, pone de manifiesto un importantísimo avance histórico nuestro y de los trabajadores. En dicha reunión se me reiteró el apoyo solidario de los sindicalistas de todo el mundo.
Para este viaje conté con el apoyo respetuoso y solidario de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y del más alto nivel del gobierno de Suiza; no se diga el de Canadá, que me ha acogido siempre con especial protección y respeto, a diferencia de los gobiernos de México, sobre todo los derivados del Partido Acción Nacional, que con espíritu mafioso me han negado la posibilidad de mi retorno seguro y pleno al país, junto con mi familia.
En 2013 realizamos todas nuestras revisiones de contrato colectivo de trabajo y tabulador de salarios. Logramos en todas las secciones y fracciones del Sistema Minero Nacional los mejores aumentos de salarios y prestaciones, siempre por encima del resto del país y también muy por arriba del índice inflacionario, en el orden promedio del 12 por ciento global. Y eso, sin duda, ha sido causa de que nos hayan seguido atacando, porque quisieran vernos sometidos como esclavos, con la bota en el cuello, como acostumbran tener a todas las organizaciones sindicales de México. Eso nos llena de un legítimo orgullo, pues a pesar de la perversa y enfermiza persecución política de casi ocho años de duración, hemos salido adelante en la defensa de los intereses y las aspiraciones de los trabajadores, no sólo del sector, sino de todo el país.
Para ello, porque así lo trabajamos todo el año 2013, hemos contado con el entendimiento y respeto de la inmensa mayoría de las empresas mineras, metalúrgicas y siderúrgicas que operan en México. Más de 40 de esas compañías, a convocatoria nuestra, se reunieron en Vancouver, Canadá, en noviembre pasado, para establecer que el diálogo y las negociaciones con equidad y justicia entre ambos factores de la producción son el único camino viable para las dos partes.
En el año 2012 se afiliaron más de 10 mil nuevos miembros al Sindicato Minero, en tanto que en 2013 llevamos más de 5 mil, y seguimos creciendo. Algunas empresas, como las de PKC-Arneses de Ciudad Acuña, Coahuila, Excellon Resources de la mina La Platosa de Durango, y la Mina El Coronel de Zacatecas, se han opuesto a que sus trabajadores se afilien al Sindicato Minero, pero hagan lo que hagan los que se oponen a esta sindicalización, verán que tarde o temprano esos compañeros trabajadores van a estar con nosotros, porque es un derecho supremo y universal irrenunciable de los trabajadores, ya que ellos son los únicos que pueden decidir a cual sindicato se afilian y qué líderes los encabezan, y nunca las empresas ni el gobierno.
Seguiremos en el 2014 luchando por el justo rescate de los cuerpos de 63 mineros fallecidos en Pasta de Conchos en febrero de 2006 que permanecen abandonados, así como por la justa indemnización a los familiares y por el castigo penal a los responsables de ese Homicidio Industrial. Mantendremos la defensa de los derechos de los trabajadores y en buscar una solución justa en las huelgas que desde 2007 tenemos activas en Cananea, Sonora; Sombrerete, Zacatecas, y Taxco, Guerrero.
No nos han abatido ni nos derrotarán. El futuro de esta grande e histórica organización de trabajadores mexicanos no está en manos de las pocas empresas que se nos oponen, pero menos de funcionarios de débil carácter que en complicidad se dejan manipular contra el Sindicato Minero. Son los trabajadores los únicos propietarios de la libertad y la autonomía sindical minera y ellos con nosotros nunca darán pasos hacia atrás. El triunfo será nuestro, no nos cabe la menor duda de ello. El año 2014 será el tiempo de la solución del conflicto minero y de consolidar los avances alcanzados en el 2013, lo cual seguramente confirmará la victoria de la democracia y la libertad de los trabajadores de México.