Es un lugar difícil para trabajar porque sólo participan los más rudos, afirma Dahlberg
Están los casos de supuesto hostigamiento de Incognito, en los Delfines, el homicidio que cometió Hernández y la agresión de Young
Se analiza evaluar el ambiente en los vestidores
Jueves 26 de diciembre de 2013, p. a12
Nueva York, 25 de diciembre.
La NFL dio un gran paso para zanjar la mayor demanda legal derivada de las conmociones cerebrales. Sin embargo, en el terreno los golpes peligrosos a la cabeza siguen ocurriendo cada domingo, pese al endurecimiento de las multas y suspensiones.
En los titulares de la prensa aparece frecuentemente otro tema que amenaza a la liga y que también se relacionaría con la salud mental y la estabilidad emocional de los jugadores.
Desde un caso de supuesto hostigamiento entre compañeros, que estremeció a los Delfines de Miami, hasta las acusaciones de homicidio contra Aaron Hernández, muestra que muchos deportistas de la liga se meten en graves problemas fuera de la cancha.
Hace más de un año la NFL anunció una iniciativa de gran envergadura en materia de prevención de problemas psiquiátricos. Jugadores actuales y retirados pueden recibir ayuda mediante una línea telefónica, y cualquier persona relacionada con estos deportistas puede hacer lo propio.
No obstante, a raíz del escándalo en los Delfines, parece que habrá necesidad de evaluar si el ambiente en los propios vestidores favorece su estabilidad emocional.
Tendremos que acercarnos a los jugadores y a los clubes para evaluarlos en los próximos meses, así que esperamos que haya cambios en esto para la próxima temporada
, afirmó en noviembre pasado el comisionado Roger Goodell, poco después de que Jonathan Martin abandonó las filas de Miami y señaló que su compañero Richie Incognito lo había acosado.
De acuerdo con distintos reportes, Incognito usó insultos racistas para referirse a Martin e incluso amenazó con matar a su madre.
Incognito permanece suspendido con goce de sueldo desde el 3 de noviembre, mientras Martin quedó incluido en la lista de bajas por problemas extra deportivos. La NFL abrió una investigación.
En el caso de Hernández, hubo supuestamente algo más que amenazas de muerte. El ala cerrada fue despedido por los Patriotas de Nueva Inglaterra cuando se le acusó de asesinar a tiros a Odin Lloyd, un jugador de una liga semiprofesional, quien tenía una relación con la hermana de la novia de Hernández.
No es un secreto que la NFL puede ser un lugar de agresiones. En buena medida, la liga ha prosperado glorificando la violencia que se da en el campo cada domingo, aun cuando la evidencia acumulada indica que los jugadores enfrentan el riesgo de sufrir daños a la salud y a su cerebro en cada partido
, escribió Tim Dahlberg, columnista de Ap, al analizar el caso de Incognito.
Es un lugar difícil para trabajar, porque sólo los más rudos pueden jugar
, agregó.
En diciembre de 2012, el linebacker Jovan Belcher, de Kansas City, mató a tiros a su novia y luego se quitó la vida en el estacionamiento del equipo.
Titus Young, quien tuvo una buena campaña de novato con Detroit en 2012, fue arrestado en tres ocasiones durante la primera quincena de mayo, acusado de conducir ebrio, tratar de llevarse su auto confiscado del depósito, invadir una casa ajena y agredir a un agente policial.
Según la liga, estas situaciones ponen de manifiesto por qué debe ayudarse a jugadores con desórdenes mentales, aunque no siempre es posible hacerlo sin la cooperación de los mismos.
Nos percatamos de que parecería casi imposible impedir que estos casos ocurran otra vez, pero nuestra misión es inspirar el tipo de actitud y proporcionar la ayuda que nos permita reducir estos incidentes y/o prevenirlos
, dijo Troy Vincent, ex jugador y actual vicepresidente de la NFL.
Tenemos implementado un sistema, pero simplemente, como ha ocurrido en los casos de Jovan Belcher y de Titus Young, también hace falta una responsabilidad compartida, una disposición del individuo y de nuestras comunidades para sostener conversaciones sobre la salud mental
, consideró.
En aras de esa salud, la liga alcanzó un hito sobre el tema de las conmociones cerebrales. En agosto pasado anunció un acuerdo por 765 millones de dólares para dejar atrás las demandas de 4 mil 500 ex jugadores que padecieron secuelas por golpes en la cabeza durante los partidos.
Algunos han considerado que el monto de indemnización es insuficiente, dados los cuantiosos ingresos de la liga, y otros han abierto nuevos litigios sobre el mismo tema, como es el caso de nueve jugadores retirados de los Jefes de Kansas City, que interpusieron una demanda el pasado 23 de diciembre.
Pero el arreglo anunciado el 29 de agosto marcó el momento en que la liga aceptó una responsabilidad por indemnizar de algún modo a unos 19 mil ex jugadores o sus deudos. La jueza federal de distrito Anita Brody deberá pronunciarse sobre si los términos del acuerdo resultan justos.
Además, la liga ha tomado medidas para reducir los impactos a la cabeza de los deportistas. No obstante, un estudio realizado por la Ap detectó que prácticamente en cada partido un jugador sigue recibiendo un golpe riesgoso en la cabeza o cuello.