Hace dos años venció al linfoma no-Hodgkin que padecía, pero la enfermedad volvió
El disco se llama así por razones obvias; es una pieza de colección por la solidaridad que muchas personas tuvieron conmigo
, expresó
El disco incluye duetos con Enrique Bunbury, Andrés Calamaro, Shakira, Rubén Blades, Juanes y Ricky Martin, entre otros
Sábado 21 de diciembre de 2013, p. 8
Hace dos años, al compositor y cantante Draco le diagnosticaron con linfoma no-Hodgkin, un tipo de cáncer que venció con tratamientos costosos que lo dejaron en la pobreza, pero regresó a trabajar con un disco bajo el brazo: Vida, palabra mágica que se trastocó porque hace dos meses la enfermedad regresó.
Su amigo, Angelo Medina, quien ha estado cerca de él en estos meses, comentó que la primera vez que Draco supo del padecimiento fue el 20 de febrero de 2011, luego de varios meses en el hospital. La noticia conmovió a la industria. Posteriormente, un grupo de amigos se unió para grabar temas de Draco a dúo con el artista, quien en medio de su enfermedad terminó este cedé apenas al iniciar su tratamiento. Muchas fueron las emociones, las vivencias, los sacrificios de su familia y un cambio de vida dramático.
Después de varios meses superó la enfermedad, y el 31 diciembre de 2012 se dio la noticia; Draco, libre de cáncer. Lanzó su disco Vida y comenzó una gira por Argentina, Estados Unidos, México, Colombia y otros mercados. Se rencontró con su familia y su público. En medio de su gira por Latinoamérica, se realizó una prueba de rutina hace unos meses y el cáncer había reaparecido. Guardó silencio y realizó diversos shows en México y Colombia con mucha energía, sin comentar a su equipo de manejo, ni a los allegados, pues quería continuar su gira antes de dar la siguiente batalla. La música es la bandera para llenar su espíritu y enfrentar el nuevo reto.
Y llegaron los premios
Llegaron los Latin Grammy y triunfó al ganar el premio más importante de la noche: álbum del año. Quería que no se detuviera lo que vivía. Sus médicos fueron sus confidentes y permitieron, con tratamiento, que continuara hasta sus presentaciones en Puerto Rico. Con él viajaron el doctor Laurance Piro, su nutricionista María Nena Niessen y el doctor Benny Nieves. Terminó en Puerto Rico una temporada exitosa y se entregó en el escenario; compartió dos noches con sus amigos Juan Luis Guerra, Juanes, Ricky Martin, Tommy Torres, Bunbury, Natalia Lafourcade, Mima, Danny Rivera & Willie, de Cultura Profética.
Ahora, los médicos pronostican que Draco tiene nuevamente grandes posibilidades de eliminar el cáncer.
En mayo pasado, en una conferencia de prensa en las oficinas de Sony Music México, Draco habló de su disco Vida y de sus planes. Se decía curado. Ahí se supo que a mediados de los 90, poco antes de morir, Jaime Sabines quiso conocer a Draco Rosa, quien no acudió a la cita con el poeta. porque se hallaba en un periodo de destrampe, de excesos de todo tipo, de resacas. Hoy, el ex Menudo se arrepiente de eso y de muchas cosas más.
En Vida interpreta 16 de sus composiciones a dúo con Shakira (Blanca mujer), Ricky Martin (Más y más), Juan Luis Guerra (Esto es vida), Maná (Penélope), Rubén Blades (El tiempo va), Enrique Bunbury (Obra de arte), Andrés Calamaro (Vagabundo), Juanes (Roto por ti), Marc Anthony (Paraíso prometido), Romeo Santos (Reza por mí), Calle 13 (Madre Tierra), Tego Calderón (Brujería), Ednita Nazario (Amantes hasta el fin), Alejandro Sanz (Cómo me acuerdo), Los Mina (Noche fría) y José Feliciano (Cruzando puertas).
El primer sencillo fue Más y más, a dúo con el que llama mi compadre
, Ricky Martin, también ex Menudo. De esta alianza se han vendido 50 millones de discos, entre otras cosas por sus mundialmente famosas La copa de la vida y La vida loca, de la autoría de Draco.
Nació en Long Island y tiene ascendencia puertorriqueña.
Previo a la charla, interpretó cuatro de sus creaciones, acompañado por tres músicos. Entre aplausos por su evidente elevada creatividad, agradeció con sencillez el tributo.
Con este disco estamos de vuelta
, dijo.
Después de Menudo se dedicó a la vida disipada; se fue a Brasil, donde las noches se hicieron largas, tanto como el fondo de una botella o la última bocanada de cigarro. Más las drogas. Y se gastó su fortuna. Vuelta a comenzar.
Ha llorado muchas veces por su condición de enfermo y busca el tiempo perdido, sopensando, ahora sí, las consecuencias de cada acto. Ya no se desvela, ni se lleva trabajo a su casa, a la que llega a las siete de la noche, para convivir con su familia, ver tele, descansar y leer libros de filosofía, literatura de diverso calado, alguna de la que hay que releer.
Vida está impregnado de rasgos de jazz y blues, ritmos que no le son ajenos porque ha tenido contacto con ellos desde que era niño y oía a Frank Sinatra y a otros crooners.
No obstante, añadió, su músico favorito es Miles Davis.
Disco orgánico
En su casa oía lo diverso, como José José y Camilo Sesto y la vertiente clásica y la decisiva salsa. Desde hace años se ha interesado por el free style jazzístico.
“El disco se llama Vida por razones obvias y es una pieza de colección por la solidaridad que muchas personas tuvieron conmigo.
“Aquí no hubo nada de asignar tal o cual canción a uno u otro cantante. Simplemente se fue sugiriendo. Con Bunbury, que somos amigos, sencillamente fuimos y comimos. La verdad es que es un disco hecho orgánicamente, al natural. Todo mundo se apuntó. A Romeo Santos no lo conocía y al oírlo se me hacía como Michael Jackson o los Bee Gees. Me quedé impresionado por su voz. Aparte de eso, todos los demás fueron al natural. Con este cedé se cierra un capítulo de mi vida. Después de tocar fondo y de haber sobrevivido al cáncer, estar, ser, seguir, es un regalo de Dios, del Universo.
Hace poco comencé a participar en actividades de la escuela de mi hijo. Se puede uno reír de esto, pero algunos padres se acercabam y me decían que pensaban que yo era un fantasma, porque yo siempre estaba ausente. Estoy en otra vida; me equivoqué mucho.
Ahora es productor de café y en breve saldrá al mercado su ron Vagabundo. Es Robi Draco Rosa, el cantante latino que de joven soñó con tener una vida más intensa que Rimbaud y el Conde de Lautrèamont.