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Ver día anteriorSábado 14 de diciembre de 2013Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Lucha migrante en España, ¿por dentro o por fuera de los partidos?
E

l camino marcado con éxito por los migrantes sin papeles en España para la obtención de su documentación se ha basado en la estrategia de lucha no violenta. Mediante marchas, concentraciones, comunicados, difusión mediática, pero especialmente por medio de la ocupación de espacios públicos (iglesias, principalmente), las y los migrantes han cosechado importantes triunfos.

Otros mecanismos de obtención de papeles marcados por el Estado español han estado siempre enmarcados en políticas migratorias orientadas a favor del capital. Desde arriba sólo se acepta a aquellas y aquellos migrantes que puedan representar un beneficio económico, dejando siempre a una importante bolsa de sin papeles amenazados de expulsión que permita bajar salarios y facilitar el despido cuando haya cierto grado de organización sindical.

Estas y estos migrantes sin papeles amenazados de expulsión deben ser cuidadosos de no ser cazados en alguna redada racista en la calle o a las puertas de alguna organización social, pues podrían ser encerrados en un centro de internamiento de extranjeros (CIE).

En 2010, por mandato del Consejo de Europa, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) realizó un informe sobre las condiciones dentro de los CIE españoles. En este informe se documentaron vejaciones, malos tratos, castigos colectivos e incluso torturas. Debido al desmentido oficial, sin investigación previa, en Valencia, una treintena de organizaciones sociales decidieron organizarse en la campaña CIE ¡No! para defender los derechos de los migrantes y para acompañar a las víctimas y a sus familias en los procesos de internamiento y expulsión.

El primer logro de la campaña fue que el juez de instrucción tercero de Valencia permitiera el acceso de las organizaciones sociales al CIE de la calle Zapadores. Desde aquel momento se ha acompañado a 655 personas. No es baladí señalar que la propuesta de la campaña es el cierre total de los CIE, no su reglamentación. En palabras de Xavier Torregrosa, de la organización Valencia Acoge: No se puede reglamentar lo que no debe existir. En los últimos dos años han muerto ya dos personas.

El pasado 29 de septiembre de 2013 la campaña CIE ¡No! exigió que la Comunidad Valenciana se declarara territorio libre de CIE en una moción presentada por el partido Izquierda Unida en el pleno del ayuntamiento de Valencia. Los partidos Izquierda Unida y Compromís dieron su voto a favor; sin embargo, el derechista Partido Popular, con mayoría absoluta tiró abajo la moción.

La gran sorpresa para los simpatizantes románticos del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) fue su negación a cerrar los CIE. El mismo partido que empezó la política de recortes a lo público, que dio paso al gobierno de derecha del PP, que dice reivindicar los principios de la socialdemocracia, está a favor de los centros de internamiento de extranjeros en España. Después de negar en el debate la necesidad del cierre de los CIE, el PSOE se limitó a abstenerse en la votación.

Las y los migrantes organizados comienzan a ser conscientes de que los caminos democráticos en la promoción de sus derechos están clausurados. La conclusión lógica señala que por dentro no se puede, todo está estructurado para que no podamos incidir. Los cambios a favor de los derechos humanos y de otra política económica tienen que orientarse desde fuera. Nos encontramos con un buen ejemplo de lo que Gustavo Esteva ha denominado despotismo democrático ( La Jornada, 2/septiembre/2013). Los de abajo asumimos un papel dentro del circo democrático, en el cual supuestamente se nos escucha, pero no podemos participar realmente ni incidir en las decisiones. En Valencia, si el PSOE fuera la mayoría, como hemos visto, tampoco cambiaría nada.

Una certeza empieza a ser clara. La lucha es abajo y a la izquierda. El estallido del movimiento de los indignados en España, el 15M, ha representado más allá de las asambleas masivas de los primeros meses, el fortalecimiento de antiguas luchas como la de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH), cuya insistencia en la paralización de desahucios ha sido ejemplar. Pero también muchas otras, como la lucha de la campaña CIE ¡No!, que se extiende ya a todo el Estado español y que está a punto de celebrar el tercer encuentro de colectivos por el cierre de los CIE en Madrid, con una importante manifestación el sábado 7 de diciembre.

Los migrantes de abajo lo tienen claro. No tienen derecho a estar, tienen prohibido organizarse y luchar, pero lo hacen y a veces ganan. ¡No a los CIE!, porque ¡ninguna persona es ilegal!