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Pescadores señalan pasividad de marinos

Roba comando cuatro toneladas de camarón
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 11 de diciembre de 2013, p. 41

Culiacán, Sin., 10 de diciembre.

Un grupo armado asaltó el barco Maros IV y se llevó alrededor de cuatro toneladas de camarón, aparatos de comunicación de la embarcación y teléfonos celulares, informaron fuentes de la compañía Maros, con sede en el puerto de Mazatlán.

Este atraco es el más cuantioso de los cometidos en costas sinaloenses desde septiembre. El producto robado tiene un precio de entre 160 y 180 pesos por kilogramo; es decir, el botín fue de entre 640 mil y 720 mil pesos.

Integrantes de la tripulación del Maros IV informaron que pudieron comunicarse con personal en tierra y autoridades marítimas con un teléfono celular que uno de los marineros había escondido para emergencias.

Aún se desconoce en qué lugar del Pacífico mexicano fue cometido este asalto, durante la tarde o noche del lunes.

Pescadores del parque Bonfil, el mayor atracadero de barcos camaroneros en Mazatlán, dijeron sospechar que elementos de la Armada de México están coludidos con los maleantes. Es inconcebible que después de cuatro asaltos a la flota pesquera de Mazatlán y Baja California no hayan hecho nada para detenerlos, señaló uno de los trabajadores.

Además del Maros IV, desde septiembre han sido asaltadas las embarcaciones Oviedo IV, Nahomí, Arturo I, Francisco Villa y Allende XV.

La tripulación del barco camaronero Allende XV fue sorprendida el pasado viernes por hombres armados que golpearon al patrón del navío para llevarse el producto en embarcaciones menores.

En septiembre fueron asaltados al menos tres navíos, entre ellos el Vikingo, de la flota de Puerto Peñasco, Sonora, emboscado por delincuentes en la zona conocida como Perihuete, frente a la costas de Guasave, en el norte de Sinaloa. El botín fue de cerca de dos toneladas de camarón.

A finales de ese mes la embarcación Nuevo Horizonte fue asaltada frente a costas sinaloenses. Los delincuentes se llevaron alrededor de dos toneladas de camarón.

Los agresores suelen ir encapuchados a bordo de embarcaciones rápidas, armadas con fusiles de asalto, sobre todo AK-47.