Aunque formalmente el PRD está fuera del Pacto por México, su grupo parlamentario en la Cámara de Diputados operó para que el miércoles pasado se avalara la discusión de la minuta de reforma constitucional en materia político-electoral, sin que se turnara a la Comisión de Puntos Constitucionales, lo que provocó una efímera rebelión.

El descontento, informaron diputados de ese partido, fue apagado por el coordinador Silvano Aureoles Conejo, quien pidió a un grupo de legisladores no subir a la tribuna a argumentar en contra del acuerdo de la Junta de Coordinación Política –a la que el priísta Francisco Arroyo Vieyra llamó el club de líderes– de obviar el trámite previsto en el reglamento de la Cámara.

Pese a la petición de Aureoles, el presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, Julio César Moreno, subió por primera vez a argumentar contra un trámite.

Los diputados perredistas, que proporcionaron la información a condición de no incluir sus nombres, indicaron que Aureoles también exigió no hablar en contra, entre otros, de Fernando Zárate, integrante de la misma comisión.

Incluso, revelaron, poco antes de que el presidente de la mesa directiva, Ricardo Anaya Cortés (PAN), pidiera que el acuerdo se votara, Aureoles y otros diputados de la corriente Nueva Izquierda (los chuchos) demandaron a sus compañeros inconformes que si no respaldaban la decisión era preferible que abandonaran el salón.

En tribuna, Julio César Moreno reprochó ese día que nunca en la historia de esta cámara se ha limitado la discusión de una reforma en la Comisión de Puntos Constitucionales, cuando el artículo 95 del reglamento de los diputados señala que, recibida una minuta, debe darse turno a las comisiones para su dictamen.

Asimismo, informaron que luego que diputados de PRD, PT y Movimiento Ciudadano demandaron a Anaya Cortés estar a la altura y no permitir que se obviara el trámite parlamentario, el panista bajó a las curules a pedir a un grupo de legisladores, entre ellos Manuel Huerta, a no involucrarlo en una decisión que fue de los coordinadores, les dijo.

Ayer, en un comunicado, Carol Antonio Altamirano (PRD), quien el jueves presentó una moción suspensiva a la minuta, calificó de un abuso de la mayoría aprobar la reforma política sin que se haya expuesto ninguna razón válida para evitar el dictamen que marca la ley.

Esa mayoría, cuestionó, considera sus acuerdos tan perfectos que no deben ser revisados y alertó que se busca aplicar la misma táctica para imponer un acuerdo similar para aprobar la reforma constitucional en materia energética en las próximas horas, cuando la minuta se reciba del Senado.