Producimos tontos; cualquiera es doctor
Foro aborda el tema en la FIL Guadalajara
Domingo 8 de diciembre de 2013, p. 14
Guadalajara, Jal., 7 de diciembre
Hay que mandar al carajo el sistema educativo y volver a pensar qué es el conocimiento. Esto ya no sirve, ya no funciona. Producimos tontos: ahora cualquier idiota es doctor; para prueba, el doctor Zedillo, que hizo pedazos el país en diciembre de 1994
, expresó el poeta Javier Sicilia en torno a la reforma educativa, tema de discusión del décimo encuentro de humanistas de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
Sicilia dijo que hay que poner en crisis cualquier reforma educativa y recuperar el aprendizaje, dejar de lado la idea de que la educación es una vía para ganar dinero, sino que es para el goce de aprender.
El concepto de educación ha sido modificado al paso del tiempo. La educación, describió, venía de la madre, pero al surgir la Iglesia, ésta tomó el papel materno y el control educativo en las sociedades.
“El mundo laico no hizo más que retomar una forma muy degradada de la Iglesia. El Estado moderno en crisis es una copia chafona de la Iglesia. No tenemos Papa pero tenemos Presidente, no hay consejo cardenalicio pero hay senadores, no tenemos obispos pero hay diputados, no hay inquisición pero está el Poder Judicial”, expresó.
Al igual que la condena al infierno impulsada por la Iglesia, en la era moderna existe la idea de que fuera de la universidad te quedas pendejo
, según Sicilia.
La escuela ya no funciona. Nos olvidamos que las instituciones son construcciones históricas que se desmoronan como lo fue con el imperio romano, con el mundo feudal, con la Unión Soviética, con los estados absolutistas. Estamos asistiendo a la destrucción y a la crisis de las instituciones, entre ellas, la educativa
, expresó el poeta.
Y añadió: La SEP dice que tiene la propiedad del saber y dice que si te quedas pendejo es culpa tuya, porque además la educación es gratuita, con lo que va matando el goce connatural del ser humano de saber, de fascinarse, de hablar con otro, de aprender. Nos vuelven inútiles
.
El sistema es un desastre
El antropólogo Andrés Fábregas Puig dijo: No necesitamos una reforma educativa, sino olvidarnos del desastre de la educación en México, olvidarnos y empezar de nuevo. Es imposible revivir la educación básica. El sistema educativo mexicano, en su parte básica, es un auténtico desastre. No es posible que no sepamos ni siquiera escribir el idioma en que hablamos
, expresó.
El especialista partió de dos elementos para explicar el desastre educativo. El primero fue la desigualdad. El número de pobres creció de 48.8 millones en 2008 a 52 millones en 2010; a eso hay que sumarle, dijo, que 11 personas concentran la riqueza del país.
Otro factor es de índole política. Ahora el Estado quiere volver a controlar al sindicato, se le salió de las manos ese Frankenstein, que adquirió gran poder. Eso debería decirse en los considerandos de la reforma
, dijo Fábregas.
El antropólogo añadió a tales factores uno más: el de la diversidad cultural. “La educación en México no se planteó para un país de una variedad cultural. Hay 20 millones de indígenas que son ‘el estorbo’ y los han querido hacer mexicanos. Tratar de hacer una aculturación de esta masa es imposible”, expresó.
Luis Porter, académico de la Universidad Autónoma Metropolitana, explicó que la educación en el país no debe partir de características macro, sino micro, que muestran las aportaciones que en distintos puntos de la nación se hacen desde las aulas a todo el sistema educativo.