Convencidos de que la ruptura del convenio con el gobierno francés implicará la pérdida de la calidad académica del Liceo Franco-Mexicano (LFM), los profesores residentes de la escuela empezarán una huelga el próximo miércoles, mientras los padres de familia que protestaron frente a las instalaciones advirtieron que, de no cancelarse esa decisión, muchos de ellos sacarán a sus hijos del plantel; incluso plantearon la creación de un liceo paralelo.

El consejo de administración de la institución, encabezado por Claude le Brun, se dio cuenta que eliminando la tutela del Estado francés puede quedarse con las instalaciones para hacer un buen negocio. Quieren hacer lo mismo que con el petróleo en México, pero aquí no nos vamos a dejar, porque está la colonia francesa, alertó Eric Cogordan Dorcasberro, padre de familia, cuyos hijos representan la quinta generación que estudia en ese plantel.

Por su parte, los profesores afiliados a la Federación Sindical Unitaria de Francia (FSU) informaron que ya depositaron el aviso de huelga ante la directora Christine Fuhrel, lo cual, de acuerdo con sus normas, debe hacerse con cinco días hábiles de anticipación para que inicie el paro, el cual comenzará el miércoles 4 de diciembre.

El LFM cuenta con 254 docentes, de los cuales 85 son residentes, lo que significa que son contratados directamente por el gobierno francés, por medio de la Agencia para la Enseñanza Francesa en el Extranjero (AEFE). Ellos son quienes se irán a la huelga; el resto de sus compañeros tienen contratos locales, es decir, reciben su salario del LFM.

Con letreros en los que se leía todos somos el Liceo, los tutores protestaron antes de las 8 de la mañana en las sedes de Coyoacán y Polanco. El convenio entre el LFM y la AEFE del gobierno de Francia permite a esta institución, con 63 años de presencia en México, obtener financiamiento estatal para la contratación de sus profesores, otorgamiento de becas y adquirir material pedagógico y equipos para la enseñanza.

El presidente del Consejo de Padres de Alumnos –instancia que pertenece a la Federación de los Consejos de tutores de Francia (FCPE, por sus siglas en francés)–, Michel Picquart, acusó que Christine Fuhrel traicionó su jerarquía, dio la espalda a la comunidad y es cómplice de la problemática.

De esta manera, advirtió, los padres de familia se movilizarán tanto en México como en Francia para evitar que se concrete la ruptura del citado acuerdo. De lo contrario, señaló, podemos imaginar la formación de un liceo paralelo a éste, ya que son muchas las familias francesas que requieren un espacio educativo para sus hijos.

Juan Carlos Martínez, padre de familia, indicó que el fin de este convenio implica la pérdida de la razón por la que su hija acude al LFM, que es recibir una educación laica, de calidad, enmarcada en una tradición de las relaciones México-Francia. Esto augura muchos problemas y ocasionará una salida importante de estudiantes.

Con esta determinación, dijo, la escuela se convertiría en una entidad regida sólo por el lucro y que vende un producto. Expresó su indignación por la falta de respeto a los alumnos y sus papás, y porque el Estado francés no ha hecho nada al respecto, ni el mexicano, como si esto no concerniera a las relaciones bilaterales. Asimismo, se dijo preocupado de que a los alumnos se les diga, por un lado, que deben tener conciencia social, y por otro lado se les presione para que frente a esta problemática no hagan nada.

Eric Cogordan Dorcasberro manifestó que no es posible educar bajo conceptos de gandules, que lo único que buscan es el negocio, por lo que planteó realizar un referendo para remover a los integrantes del consejo de administración. Dijo que si la embajada de Francia no apoya a sus ciudadanos tendrán que recurrir a instancias internacionales.