Anastazia Banszak, de la UNAM, aplica técnicas de cultivo en tres viveros en Quintana Roo
El trabajo comienza en el mar, donde se obtienen células sexuales; continúa en tierra, para fertilizar a esos diminutos invertebrados en laboratorio y concluye en su ecosistema natural
Martes 26 de noviembre de 2013, p. 3
Para apoyar la conservación de los ecosistemas marinos, Anastazia Banaszak, del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICML) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), utiliza técnicas de biotecnología para reproducir corales y repoblar arrecifes en el Caribe mexicano.
En la Unidad Académica Sistemas Arrecifales de Puerto Morelos de la entidad universitaria, en Quintana Roo, la científica desarrolla un modelo de trabajo circular que comienza en el mar, donde obtiene células sexuales (gametos) de corales; continúa en tierra, para fertilizar a esos diminutos invertebrados en laboratorio y cultivarlos en viveros especializados y concluye en su ecosistema natural, al incorporarlos a los arrecifes para rehabilitar las estructuras calcáreas en las que viven.
En 2007 comenzó el proyecto
El proyecto comenzó en 2007, con la finalidad de obtener embriones para realizar experimentos sobre los efectos de la radiación ultravioleta en el desarrollo de corales; desde entonces ha crecido a un plan de cultivo, en el que participan especialistas del Instituto Nacional de Pesca (Inapesca) y del Parque Xcaret en Playa del Carmen.
A la fecha cuenta con aproximadamente cuatro mil colonias de tres especies: mil colonias de Orbicella faveolata, mil de Diploria labyrinthiformis y 2 mil de Acropora palmata, esta última enlistada para protección especial en la Norma Oficial Mexicana 059, que agrupa a especies en alguna categoría de riesgo.
Para recolectar los gametos sin dañar el ecosistema, Banaszak y sus colaboradores cubren a las colonias con redes que en la parte superior tienen un embudo invertido y un envase recolector.
Los gametos tienen una flotabilidad ligera, así que se desplazan de la colonia mediante la red hacia el bote recolector. En el proceso no se daña el arrecife ni se rompen las colonias de corales. Lo hacemos con vigilancia de personal del Parque Nacional Arrecifes de Puerto Morelos, en el que trabajamos y nunca hemos causado daño, pues los buzos tienen mucho cuidado para no tocarlos
, explicó la investigadora.
Material biológico
El material biológico que se recolecta son huevos y espermatozoides, mezclados homogéneamente para asegurar una fertilización cruzada y generar así reclutas sexuales. La colonia exuda paquetes de gametos en los que los espermas están adentro, rodeados por los huevos, pero no pueden autofertilizarse; el esperma requiere fertilizar los de otra colonia
, detalló.
En el medio natural los paquetes de gametos flotan hasta la superficie y el movimiento de las olas los rompe; así da inicio la fertilización entre gametos de diferentes colonias. Colectamos los paquetes en frascos y en la embarcación se mezclan huevos y espermas de distintas colonias. Simulamos las olas para que se origine el proceso, reiteró.
Ya en tierra, los excedentes de espermas se remueven y comienza la incubación de los embriones, que se transformarán en los reclutas. Realizamos pruebas para estimar el tiempo que deben permanecer en el laboratorio antes de trasladarlos a un vivero en mar. Hasta el momento, esa permanencia es aproximadamente de tres meses; hay que limpiarlos de manera constante para reducir su mortalidad
, destacó.
Actualmente, los universitarios trabajan en el cultivo de corales en tres viveros de agua marina en tierra. Dos se localizan en Puerto Morelos, uno pertenece a la Universidad Nacional y otro al Centro Regional de Investigaciones Pesqueras del Inapesca. El tercero está en el Parque Xcaret, en Playa del Carmen. En este mes se prevé llevar un lote de reclutas al mar para determinar su supervivencia en el medio natural y el próximo año se planea abrir otros dos viveros marinos.
Los primeros resultados de la repoblación se conocerán en un año. A corto plazo sabremos cuál es la supervivencia
, concluyó.