Para tener logros deportivos no importa la edad, señala Guillermo Guzmán, quien compartió con su hermana Violeta el podio en lanzamiento de martillo en su primer Mundial Master, en Porto Alegre, donde México consiguió su mejor participación, con 51 preseas.

Viejitos ni los cerros, dice con alegría el michoacano, quien presume la medalla de bronce que ganó en el certamen brasileño, donde también participó en disco, dentro de una delegación que ha sido de las más aclamadas en los recientes años, pero que todavía no tiene esa importancia ante las autoridades.

El más longevo campeón nacional de martillo, no tanto por la edad, sino por las dos décadas que perduró en la cima del ranking de primera fuerza y con récords que continúan vigentes (71.46 metros), hace un llamado para que se reconozca el esfuerzo que los atletas masters realizaron en el Mundial y sean visibles, porque casi nadie los conoce en sus entidades.

Presidente de la comisión mexicana de atletas masters hace un año cuatro meses, Guzmán Magaña realiza una labor titánica para un gremio que está por alcanzar 5 mil inscritos en todo el país.

Están animados y orgullosos por las medallas que ganaron en Brasil, el Centroamericano de Nicaragua y próximamente el Campeonato Nacional de Velocidad, al que están invitados atletas de Estados Unidos, a partir del 15 de diciembre en Mérida, Yucatán.

Tenemos atletas valiosos que a sus 90, 80 y 70 años tienen un entusiasmo que contagia para seguir haciendo deporte y al mismo tiempo mantienen hábitos saludables para gozar de mejor calidad de vida, señala.

Entre los resultados que se dieron en la cita brasileña destacan la de los marchistas José Luis López (cuatro medallas de oro y una de plata), Etiel Soto, Guadalupe López, Royce Banda, del saltador de longitud del Instituto Politécnico Nacional Armando Estañol (campeón mundial a sus 93 años), así como Maximiliano Wong, entrenador de garrochistas durante décadas en el Centro Deportivo Olímpico Mexicano, quien se coronó en decatlón. Todos ellos costearon su viaje a Porto Alegre.

Guzmán no olvida el lugar que dejó la finada Rosario Iglesias, famosa voceadora que cautivó y sorprendió en los podios mundiales y que gustaba correr con su delantal, como lo hizo durante años cuando se trasladaba de un lugar a otro cargando kilos de periódicos en su expendio de la colonia Nochebuena, por lo cual no duda que en el Nacional yucateco “veremos a muchas Chayitos”.