En el contexto del lanzamiento del Año Internacional de la Agricultura Familiar 2014, iniciativa promovida por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Nuria Urquía Fernández, representante en México de dicho organismo, precisó que el objetivo de esta campaña es que la agricultura a pequeña escala se convierta en el centro de las políticas agrícolas, ambientales y sociales de los gobiernos, pues juega un rol fundamental en la erradicación del hambre, en la nutrición de las familias rurales y urbanas y en la seguridad alimentaria de los países.

No obstante, la funcionaria de la ONU señaló que los pequeños productores, además de ser los más numerosos a escala mundial, suelen ser los más pobres del campo. En el caso de México, detalló que los agricultores a pequeña escala son más de 70 por ciento de los productores, es decir casi cuatro millones, y sus ingresos no superan la línea de pobreza. Además producen 30 millones de toneladas de productos, aproximadamente 12 por ciento de la producción agrícola nacional.

En conferencia de prensa con representantes de las secretarías de Agricultura, de Desarrollo Social, de The Hunger Project y de la Unión de Productores y Comerciantes de la Central de Abastos, Urquía anunció también la creación de la Red Mexicana para la Agricultura Familiar y Campesina.

Miguel Angel Martínez, de la Sagarpa, reconoció que en México no se ha apoyado a los agricultores de minifundio y aseguró que se deben enfocar las baterías a ese tipo de productores. Sobre los intermediarios, descartó mencionar si se tomarán medidas para regular esta práctica, que de acuerdo con los agricultores castiga los costos de sus cosechas y encarece los precios para los consumidores.

Martínez destacó que para 2014 tres nuevos esquemas estarán dirigidos a este tipo de productores: el de agricultura familiar y de traspatio, el de cadenas de valor y uno de vinculación con organismos de la sociedad civil, y añadió que en el presupuesto para el próximo año se destinarán 12 mil millones de pesos para productores de alta marginación.

Pequeños productores presentes en el acto señalaron a La Jornada que ellos nunca han sido prioridad del gobierno. Agustín García, de la Red de Agricultores Sustentables Autogestivos, y Carlos Moreno, secretario de Asuntos Agrarios de la Central Campesina Cardenista, indicaron que la prioridad han sido los grandes agroindustriales, quienes reciben subsidios a través de Aserca, y dijeron que incluso intermediaristas reciben presupuesto.

A su vez, Rocío Miranda Pérez, presidenta de la Unidad de la Fuerza Indígena y Campesina, consideró que la aprobación de un presupuesto de 338 mil millones de pesos para el campo para 2014 no garantiza que haya un cambio de política agroalimentaria y mucho menos que el presidente Enrique Peña Nieto quiera firmar el pacto rural que proponen organizaciones campesinas.

Añadió que el presupuesto para el agro para el próximo año sólo da garantías a los grupos de agroindustriales más ricos del campo.