Bagdad, 21 de noviembre.

Un camión cargado de explosivos estalló en un mercado al aire libre en el noreste de Irak, en el más sangriento de varios atentados ocurridos este jueves que dejaron al menos 48 muertos, informaron autoridades.

La explosión ocurrió en la localidad de Sadiya, unos 140 kilómetros al noreste de Bagdad, en el más reciente de los ataques que azotan Irak desde abril y que ha llevado la violencia a índices nunca vistos desde que el país estuvo al filo de una guerra civil en 2005 y 2007.

Testigos dijeron a la policía que un hombre estacionó un camión en el mercado y pidió a los trabajadores que descargaran las verduras antes de irse.

Agentes de la policía dijeron que 31 personas murieron y al menos 45 resultaron heridas en este atentado.

Por otra parte, un atacante suicida se hizo estallar en un puesto de control del ejército en la localidad de Taji, al norte de Bagdad. Seis soldados murieron y 12 resultaron heridos, dijeron un policía y un funcionario médico.

Oficiales del ejército y chiítas, los blancos

En el vecindario de Kasra, en el norte de Bagdad, una bomba colocada en el vehículo de un oficial del ejército mató al hijo del militar e hirió a cinco civiles. El oficial no se encontraba en el auto cuando ocurrió el estallido, según las autoridades.

En Bayaa, sureste de Bagdad, individuos armados atacaron un supermercado, donde mataron a los dos dueños del lugar que eran hermanos.

Todas las fuentes solicitaron el anonimato porque no estaban autorizados a facilitar información a la prensa.

Los hechos de violencia del jueves siguieron a una oleada de atentados coordinados que azotó principalmente zonas comerciales chiítas en Bagdad y las afueras de la capital, con resultado de al menos 35 muertos y 120 heridos.

El jueves pasado un atacante suicida provocó 32 muertos en una celebración religiosa chiíta en la aldea de Saadiyah.

Nadie se atribuyó la responsabilidad de los ataques, pero los atentados suicidas y los ataques explosivos –especialmente contra fuerzas de seguridad y concurridos mercados en áreas chiítas– son la táctica favorita de la rama de Al Qaeda y la insurgencia sunita. Los extremistas sunitas consideran herejes a los chiítas.

Más de 5 mil 500 personas han fallecido en Irak en hechos de violencia ocurridos en los últimos ocho meses, según la Organización de Naciones Unidas.