Washington, 20 de noviembre.

El presidente Barack Obama y su antecesor, Bill Clinton ridieron hoy homenaje a John F. Kennedy a dos días de que se cumplan 50 años de su asesinato.

Uno de cada lado, Obama y Clinton tomaron de la mano a Ethel Kennedy, la viuda de Robert F. Kennedy, hermano de John quien también fue asesinado, mientras ascendían las escaleras del Cementerio Nacional de Arlington.

La primera dama Michelle Obama y la ex secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton se sumaron a la comitiva para depositar la corona la fúnebre cerca de la llama perpetua en la tumba de Kennedy, instalada el 25 de noviembre de 1963.

Obama y Clinton se pusieron la mano sobre el corazón mientras se oían los sones de trompeta militar y la bandera nacional ondeaba a media asta. Obama no formuló declaraciones pero saludó a los familiares de Kennedy congregados para recordar su legado dos días antes del quincuagésimo aniversario del asesinato ocurrido en Dallas.

La jornada de homenaje comenzó este miércoles en la Casa Blanca, donde Obama entregó la Medalla de la Libertad a personalidades destacadas, entre ellas Bill Clinton y la conductora Oprah Winfrey.

Kennedy, quien creó esa presea, murió dos semanas antes de poder entregársela al primer grupo de galardonados.

Hoy aclamamos a los enérgicos competidores que se erigieron en verdaderos campeones, dijo Obama para hablar sobre la contribución de cada uno de los homenajeados a la sociedad.

La medalla fue impuesta a una serie de personalidades de sectores que abarcan desde los deportes y el entretenimiento hasta la ciencia y el servicio público. Chelsea Clinton y el director cinematográfico Steven Spielberg estuvieron entre los invitados a en la Casa Blanca para atestiguar la ceremonia.

Obama dijo que la presidencia de Bill Clinton fue sólo el comienzo de su obra para mejorar el mundo y ensalzó su trabajo humanitario para salvar o mejorar las vidas de cientos de millones de personas en el mundo.

Estoy agradecido también, Bill, por el consejo y asesoría que me diste, tanto dentro como fuera de las canchas de golf, dijo Obama con una sonrisa. Y, lo más importante, por tu obra para salvar vidas en el mundo, que representa lo mejor de lo mejor en Estados Unidos.

Siendo adolescente, Bill Clinton estrechó la mano de Kennedy el verano anterior al asesinato, cuando visitó Washington junto con otros estudiantes de secundaria en el programa Boys Nation.

Obama también elogió a la desaparecida astronauta Sally Ride, la primera estadunidense en el espacio.

Ella dijo que las niñas necesitan ver modelos. No se puede ser lo que no se ve, afirmó el presidente. Hoy nuestras hijas, entre ellas Malia y Sasha, pueden fijar la vista un poquito más alto gracias a que Sally Ride les indicó el camino.

El presidente destacó a quienes superaron obstáculos adicionales y discriminación por ser homosexuales, negros, mujeres o asiáticos. Recordó que al principio de su carrera yo recibí el mismo consejo, reveló Obama.

Los otros galardonados fueron el científico mexicano Mario Molina, el ex director del Washington Post Ben Bradley, el jazzista cubano Arturo Sandoval, los ex congresistas Richard Lugar y Daniel Inuoye, los deportistas Ernie Banks y Dean Smith, la juez Patricia Wald, la cantante Loretta Lynn y el difunto activista de derechos humanos, Bayard Rustin.

El viernes se cumplen 50 años desde que Kennedy fue asesinado cuando viajaba en un automóvil convertible descapotado durante una visita a Dallas. Obama planea reunirse ese día en privado con líderes y voluntarios del programa Cuerpos de Paz, también establecido por Kennedy.