Pablo Navarrete Gutiérrez, coordinador de Asuntos Jurídicos del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), afirmó que una prioridad del Estado y de la sociedad mexicanos debe ser defender y proteger a las defensoras de los derechos humanos.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en su informe sobre la situación de las defensoras y defensores de derechos humanos en América, identificó de manera particular que las mujeres defensoras de tales derechos en el país han sido y son objeto de frecuentes y graves ataques y hostigamientos, dijo.

Al participar en la clausura del taller Autocuidado para Defensoras de DH, planteó que es indispensable garantizar que este grupo de activistas puedan realizar su trabajo en condiciones de seguridad, libres de todo tipo de intimidación, amenazas, hostigamientos o cualquier discurso que desprestigie o estigmatice su trabajo, pues son un pilar esencial para el fortalecimiento y la consolidación de nuestra democracia.

Ante promotoras de las garantías individuales, el funcionario federal destacó la importancia de que cada entidad federativa cuente con un mecanismo de prevención y atención de la violencia contra dicho grupo.

Reconocer y valorar el trabajo que realizan es el primer paso para reducir los riesgos en que trabajan muchas de ellas. Protegerlas debe ser prioridad del Estado; ninguna tendría que verse amenazada, intimidada u obligada a dejar los lugares donde trabajan, por falta de protección y seguridad, señaló.

Recordó el proyecto piloto denominado Movimiento de Mujeres de Chihuahua que Inmujeres inició en esa entidad, donde se clausuró el referido taller, el cual –dijo– debe repetirse en todo el país, pues al ser preventivo y de autocuidado se complementa con el mecanismo de protección que tiene a su cargo la Secretaría de Gobernación.