obre el futuro, la OCDE y la FAO recién han publicado su estudio Perspectivas Agrícolas 2013-2022, cuyos pronósticos en síntesis son:

• El aumento de la demanda favorece a los países en desarrollo. Por décadas la agricultura mundial estuvo caracterizada tanto por excedentes de producción inducidos en los países industrializados como por un crecimiento estancado en los países en desarrollo. (Ahora) se espera que éstos aumenten su participación en la producción mundial y capturen la mayor parte del crecimiento en el comercio.

• Crecimiento más lento de la producción . Para la producción agrícola (y pecuaria) mundial de los productos básicos se proyecta un crecimiento de 1.5% anual promedio, en comparación con 2.1 en la década anterior. Estas tendencias reflejan los costos al alza, crecientes limitaciones de recursos y el aumento de presiones ambientales, características que se prevé inhibirán la respuesta de la oferta en casi todas las regiones.

• La inflación de precios en los alimentos ha disminuido. A pesar de que los precios de los productos básicos siguen siendo altos, existe evidencia de que la inflación al consumidor de los alimentos est* disminuyendo... (Nota REc: En México, esto es exactamente al revés Gráfico 6).

• Los precios se elevarán en el mediano plazo. Este aumento se prevé para los cultivos y los productos pecuarios, con mayor alza en los precios de la carne, el pescado y los biocombustibles.

• El consumo crecerá particularmente en los países en desarrollo, debido al crecimiento de la población, mayores ingresos, la urbanización y los cambios en la dieta (Gráfico 7) .

Se prevé que el consumo per cápita crezca más rápido en Europa Oriental y Asia Central, y menos en América Latina y otros países de Asia.

• El comercio agrícola sigue aumentando. Los países emergentes capturarán buena parte del crecimiento en el comercio, representando la mayoría de las ventas de cereales secundarios, arroz, semillas oleaginosas, aceites vegetales, azúcar, carne de vacuno, carne de aves y pescado. La participación en el comercio de los países de la OCDE seguirá disminuyendo sin dejar de ser los principales exportadores de trigo, algodón, carne de cerdo y ovina, y la mayoría de los productos lácteos.

• Incertidumbres de las Perspectivas. Los déficits de producción, la volatilidad de los precios y las interrupciones comerciales continúan amenazando la seguridad alimentaria mundial, especialmente a la luz de las bajas reservas. Los precios de la energía agregan otra fuente de incertidumbre, afectando tanto a los mercados de biocombustibles como los costos de los insumos.

• Foco de atención en China: Estas Perspectivas enfocan en particular a China y su sector agroalimentario en rápida expansión. Frente a las limitaciones de producción y el aumento de la demanda, es probable que China importe más alimentos en el futuro, pero en general está previsto que continuará siendo autosuficiente en los principales cultivos alimentarios.

China ha hecho de la seguridad alimentaria y la autosuficiencia en arroz y trigo la principal prioridad política. La producción agrícola casi se quintuplicó entre 1978 y 2011... (aunque ahora) se espera que baje su ritmo por las crecientes limitaciones en los recursos y la mano de obra.

No obstante la disminución de casi 100 millones en el número de personas desnutridas desde 1990, a pesar de la adición de 200 millones de personas a su población, dicha reducción sigue siendo un reto importante.

Corolario

Como puede verse, el reto alimentario mundial y específicamente en los países rezagados, es formidable. Ante ello, todos los países avanzados y los en desarrollo más exitosos ponen siempre en primer lugar la seguridad alimentaria y la autosuficiencia en los básicos, utilizando para ello garantías de precios y mercado, subsidios y apoyos de todo tipo. Mientras Indonesia invierte en apoyos el 3.6% de su PIB y China el 2.4, México invierte (y mal) el 0.7 (Gráfico 9).

Lo que aquí ocurre con el agro es inaudito. Según OCDE, entre 1995 y 2011 el PIB agrícola disminuyó del 5.4% al 3.5 del PIB total; el área agrícola bajó de 107.2 a 102.8 millones de hectáreas; de esta área en disminución, la superficie arable sólo aumentó del 23.4 al 24.4% y la superficie de riego del 5.8% al 5.9, esto es, prácticamente nada; y el balance de nitrógeno bajó de 23.6 kg por ha. a 20.6. En el período, México pasó de un superávit agroalimentario de 539 millones de dólares a ser importador neto con un déficit de - 5 mil 234 millones, y el empleo agrícola cayó del 22.2% del total al 12.3 (Gráfico 10)

No existe lógica agroalimentaria que privilegie los apoyos a la producción de básicos, y la seguridad alimentaria. No hay certidumbre de precios e ingresos, ni capitalización, base de inversiones y productividad. No se expande la frontera agrícola ni se amplían las superficies con riego; la Conagua es una pesadilla de ineficiencia y corruptelas en el agro; no se da prioridad a la sanidad alimentaria; y el gobierno no sale del discurso vacuo y las promesas de cambios "estructurales" (?) cuando no son capaces ni de evitar hoy un desplome ruinoso de precios en las cosechas.

Es más que absurdo, criminal, poner la suerte y sobrevivencia de cientos de miles de productores en manos del Merc de Chicago, coto de los megaespeculadores globales. ¡Brillante!

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