Los recién nombrados comisionados en materia de competencia económica dieron marcha atrás a su anterior negativa a la concentración entre las compañías Cinemex y Cinemark, y decidieron aprobar la fusión.

La mayoría de los comisionados consideró que no existen elementos para concluir riesgos sustanciales a la competencia en el mercado de exhibición de películas en sala, derivados de una eventual fusión de ambas empresas, informó este martes la Comisión Federal de Competencia Económica (CFCE).

Los integrantes de la comisión concluyeron que Cinemark, en comparación con sus principales competidores, mantiene baja participación de mercado y presencia limitada, por lo que es un agente económico que no ha ayudado a intensificar la competencia de su sector.

Revocan resolución

La resolución a favor de la concentración de Cinemex y Cinemark fue aprobada por mayoría de cinco votos de los comisionados y uno en contra, con lo que se revocó el fallo de la extinta Comisión Federal de Competencia, que negó la fusión en julio pasado.

Al argumentar la negativa, la entonces CFC dijo que la concentración fusionaría a dos de las tres empresas que controlan más de 95 por ciento de las salas cinematográficas y que captan una proporción similar de los asistentes.

A pesar de que Cinemex y Cinemark son sustancialmente más pequeños que su principal competidor (Cinépolis), lo anterior generaría riesgos importantes para el proceso de competencia, dijo la comisión hace 4 meses.

Abundó en aquel dictamen que el mercado mantenía una alta concentración y barreras de entrada, por lo que la fusión incentivaría a las empresas a coordinar ilegalmente sus actividades por medio de prácticas monopólicas absolutas, por ejemplo, acordando precios.

Las empresas solicitaron una reconsideración mediante cuatro ejes de argumentación, mientras los nuevos comisionados de la entidad, ahora llamada Comisión Federal de Competencia Económica, comenzaron funciones en septiembre pasado.

Según el expediente RA-029-2013, los compañías dijeron que la comisión emitió afirmaciones insostenibles, generales y espurias en el dictamen de rechazo y no aportó evidencias de que la fusión facilitaría las prácticas monopólicas. Tras la reconsideración, el pleno resolvió que uno de los argumentos de las empresas “resulta fundado (…) y suficiente para revocar la resolución” anterior.