Martes 12 de noviembre de 2013, p. 29
San Miguel Totolapan, Gro., 11 de noviembre.
Las inundaciones causadas por la tormenta Manuel y el huracán Ingrid, que azotaron la entidad en septiembre, hicieron que el municipio de San Miguel Totolapan retrocediera 20 años. La creciente del río Balsas se llevó el puente vehicular, por lo cual la población debe cruzar en lanchas y trasladarse en caballos, burros o a pie, pues los aguaceros arruinaron los caminos.
Unos 20 mil habitantes de San Miguel están incomunicados parcialmente con Arcelia y Altamirano por la caída del puente, hace 56 días. Quien necesita cruzar el Balsas debe hacerlo entre las 9 y las 17 horas, para evitar que la creciente se lo lleve con todo y lancha.
La destrucción de caminos de terracería en la región de la Tierra Caliente ha obligado a los pobladores a usar bestias y, en menor medida, motocicletas y cuatrimotos, pues la única gasolinera de San Miguel quedó aislada por el río y hay que comprar combustible en Arcelia, Tlapehuala o Altamirano.
Las familias que perdieron parte de sus casas viven entre escombros y casi a la intemperie. Algunas duermen con vecinos o familiares. En comunidades cercanas al Balsas se desplomaron más de mil viviendas, la mayoría de adobe.