La fracción del PAN en el Senado demandó a la Secretaría de Hacienda que tome el control de los dos fideicomisos manejados ahora por el dirigente del sindicato ferrocarrilero, Víctor Flores, ya que hay una serie de irregularidades y malos manejos en contra de los 34 mil jubilados de ese gremio.

Los senadores panistas Adriana Dávila y Martín Orozco, señalaron que el fideicomiso que se creó para pagar las pensiones de los integrantes de ese gremio fue programado para operar hasta 2032, pero desde hace dos años ya no tiene recursos y fue necesario que anualmente se le asignara una partida presupuestal.

Para 2014 en el presupuesto de egresos se solicitaron ya cerca de 3 mil millones de pesos, a fin de cubrir el pago a los ferrocarrileros jubilados, y el otro fideicomiso, para cubrir el seguro de vida, que se fondeó con descuentos a los jubilados, tampoco tiene ya recursos.

Los legisladores señalaron que hay 700 viudas de ferrocarrileros que ya no recibieron ni siquiera el dinero para sufragar los gastos funerarios de sus esposos. No es justo que Flores, que sigue dirigiendo un sindicato sin empresa, viva como rey, a costa de los ferrocarrileros en retiro, subrayó la senadora Dávila.

Hizo notar que tanto el fideicomiso destinado al pago de las pensiones de los ferrocarrileros como el destinado a administrar el supuesto seguro de vida mantienen una historia truculenta llena de opacidad, pues ambos realizan actividades irregulares o contrarias a los intereses de los ex trabajadores de Ferrocarriles Nacionales ahora en retiro.

Recalcaron que se trata de recursos millonarios, ya que tan sólo el fideicomiso para administrar el seguro de vida se allega cerca de un millón 300 mil 60 pesos al mes, ya que se les descuentan 40 pesos de la pensión a cerca de 34 mil jubilados. Esto a pesar de que hay disposiciones legales en las que se establece que sólo las instituciones autorizadas para ello podrán llevar a cabo actividades en materia de seguros.

Los senadores panistas hicieron notar, asimismo, que es cuestionable la operación del fideicomiso para el pago de pensiones, ya que no rinde cuentas a nadie sobre los manejos que realiza en torno a la partida presupuestal que recibe, además de que les hace también descuentos a los jubilados de entre uno y tres por ciento de sus pensiones, por supuesta cuota sindical, la que se traslada al sindicato ferrocarrilero.

Ello a pesar de que a los jubilados nunca se les ha preguntado si están de acuerdo con ser miembros de ese sindicato.

Se les agravia doblemente, ya que se les obliga a entregar parte de su pensión para un seguro inservible, que no les cubre lo que promete, además de que se les obliga también a seguir perteneciendo a un sindicato que ni los representa ni los ayuda y sólo les resta recursos de su pensión.