El internado Francisco I Madero es uno de los tres que quedan en la capital del país. Atiende a cerca de 500 menores con familias en situación de calle, niños huérfanos y pobres. Hoy enfrenta una severa problemática que ha puesto en riesgo las actividades vespertinas del alumnado, luego de que hace 15 días fueron removidos ocho maestros que les daban clases de futbol, ajedrez, pesas, tiro de arco y natación.

Ante la situación, docentes y padres de familia de la escuela-hogar bloquearon ayer las avenidas Congreso de la Unión y Eduardo Molina, de las que fueron replegados por granaderos del gobierno capitalino. Varios de ellos recibieron empujones y patadas durante la acción de los uniformados, sostuvieron los profesores. Los paterfamilias, como una medida de presión, no permitieron ayer la entrada al centro educativo.

Las demandas de los afectados son el regreso de los ocho profesores que fueron desplazados, así como de la directora, María del Consuelo Sánchez Solares, quien, a raíz del conflicto, fue llamada a la dirección 4 y la están presionando para que se jubile, indicó el profesor Jesús Lozada.

También exigen que nos quiten de la supervisión 420, pues nos mandaron junto con otras escuelas que no tienen nada que ver con el internado. Debido a la inconformidad, la semana pasada las autoridades dejaron sin agua a los niños, no pudieron asearse ni lavar los alimentos por tres días, acusaron.

El maestro explicó que a dicho centro educativo, construido por el general Lázaro Cárdenas, acuden niños de primaria que no tienen casa, que viven en la calle, que son hijos de madres solteras, huérfanos o sobreviven en el hacinamiento y la pobreza.

De lunes a viernes, el internado es su hogar. Ahí reciben clases por la mañana y, por la tarde, los mentores de educación física y adiestramiento les enseñaban deportes y juegos que son muy importantes para conducirlos a una vida sana.

De hecho, Lozada expresó que la escuela –ubicada en Circunvalación 87– está en los primeros rangos de la Evaluación Nacional de Logro Académico en los Centros Escolares (Enlace), los pequeños han sido premiados en inglés, así como en deportes. Incluso, algunos niños han sido becados por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.

Por lo anterior, los educadores exigieron a la Administración Federal de Servicios Educativos del Distrito Federal dar una respuesta a sus demandas, pues no son los docentes, sino los niños quienes se quedaron sin actividades. Ellos, que no tienen absolutamente nada.