Durante la marcha del 2 de octubre pasado hubo agresiones contra tres observadores del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro y al menos 46 comunicadores, de acuerdo con un informe del Centro Prodh y la organización Artículo 19, el cual se entregó ayer en la jefatura de Gobierno del Distrito Federal.

José Rosario Marroquín, director del Centro Prodh, explicó que se documentó el despliegue excesivo de cuerpos policiacos y “un diseño del operativo que tuvo por objeto la agresión a manifestantes, caracterizado por la policialización de las protestas”.

Detalló que el Centro Prodh comprobó múltiples agresiones a civiles, especialmente hacia quienes buscaban documentar detenciones arbitrarias. Asimismo, se observó la presencia de policías vestidos de civil que realizaron detenciones y el uso de armas no letales entre los cuerpos policiacos, como gases lacrimógenos, extinguidores, escudos y toletes.

El informe de Artículo 19 da cuenta que de los 46 casos de agresiones a periodistas, 32 fueron cometidos por policías. El mayor número de agresiones fue con golpes de tolete y escudos, daños a herramientas de trabajo y rociamiento de gas.

La actuación de los uniformados en la marcha del 2 de octubre evidenció la falta de protocolos de actuación de la policía.

Los activistas denunciaron la nula capacidad de los cuerpos policiacos para distinguir entre las personas con quienes se confrontaban y la gran mayoría de manifestantes, incluidos observadores de derechos humanos e integrantes de medios de comunicación.

Juan José García Ochoa, subsecretario de Gobierno del Distrito Federal, señalo que hay un compromiso con las organizaciones de derechos humanos para revisar la forma de actuación de los elementos de seguridad pública y de la Secretaría de Gobierno en manifestaciones con violencia.

Estamos en escenarios de manifestaciones con violencia que no habíamos vivido en los años recientes en la ciudad de México, y esto requiere que mejoremos y actualicemos nuestra actuación, aseguró.