¿No es cierto ángel de amor que en esta apartada orilla, más pura la Luna brilla y se respira mejor? Las conocidas líneas de Don Juan Tenorio se escuchan en la versión clásica de José Zorrilla en su escenificación en el una vez convento de Regina Coelli.

La Compañía Nacional de Teatro Clásico vuelve al improvisado escenario del recinto del siglo XVIII para conmemorar el 169 aniversario de la representación de esa obra en la ciudad de México.

Son 14 los actores que dan vida a los personajes de la conocida puesta en escena, de acuerdo con el libreto contenido en la edición príncipe de 1844; una copia de la obra está en el archivo de la compañía, informó su director Francisco Hernández.

Don Juan, Doña Inés, Luis Mejía, Ciuti, Doña Brígida, el Comendador, entre otros, son dignamente representados por los jóvenes que integran el grupo de Fénix Novohispano.

La obra, de 120 minutos de duración, con un intermedio, goza de la aceptación del respetable, pues de las poco más de cien sillas de que se disponen en el patio principal del añoso e histórico edificio, ninguna está vacía.

El Don Juan... fue estrenada primero en México y después en Madrid, explicó Hernández  quien citó el 7 de diciembre de 1844 como fecha de la primera representación. 

Añadió que como en la trama se tocan asuntos de apariciones de ultratumba se acostumbró ponerla en estas fechas de las conmemoraciones del Día de Muertos, que emepzó en el Teatro Iturbide en 1873.

A diferencia de las muchas representaciones que tiene la versión chusca, la que busca la risa fácil, agregó Hernández, con la puesta clásica se pretende rescatar la gran herencia que se tiene de la dramaturgia novohispana  y formar públicos nuevos para el arte teatral.

La Compañía Nacional de Teatro Clásico no recibe susbsidio alguno, se genera sus propios recursos, añadió el director.

A la puesta del Tenorio se suma la participación del Cuarteto Clásico de Cuerdas que interpreta las partituras que exprofeso escribió Gamaliel Cano para la obra en 2008.

Las funciones para el lunes y martes empiezan a las 19:00 horas en la calle peatonal de Regina 7, en el Centro Histórico, a dos cuadras del Metro Isabel La Católica y con el boleto, al final del programa, se puede disfrutar de chocolate y pan de muerto.