Los periodistas malinterpretan, o no entienden, lo que filtró Snowden: Keith Alexander
El plan de vigilancia, para proteger a países de la OTAN: jefe de la agencia estadunidense
Miércoles 30 de octubre de 2013, p. 26
Nueva York, 29 de octubre.
Las presuntas actividades de espionaje estadunidense en Francia y España, a finales de 2012, fueron en realidad realizadas por sus propias agencias de inteligencia y la información derivada de esas investigaciones fue entregada directamente a la estadunidense Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés) como parte de un programa de protección tropas aliadas
, reportó hoy el diario The Wall Street Journal.
Funcionarios del gobierno estadunidense dijeron al periódico que los registros telefónicos a los que aludieron los diarios Le Monde, de París, y El Mundo, de Madrid, fueron obtenidos por los servicios de inteligencia franceses y españoles en zonas de guerra y fuera de sus fronteras, en un acto de colaboración con las fuerzas armadas de Washington.
Le Monde y El Mundo publicaron en las dos últimas semanas despachos informativos basados en documentos filtrados por el ex contratista de la NSA, Edward Snowden, en los que se da cuenta del seguimiento a 70 millones de llamadas telefónicas hechas en Francia y 60 millones en España, en noviembre y diciembre de 2012. Igualmente, el semanario romano L’Espresso dio a conocer actividades de espionaje en Italia, pero el rotativo estadunidense no aludió a ese caso.
Con base en fuentes oficiales, la edición en Internet del Journal indicó que la nueva versión sobre el origen de los registros telefónicos sugiere un mayor índice de participación de Europa en la vigilancia global
.
Tras las revelaciones de los diarios europeos, hace unos días, los presidentes François Hollande, de Francia, y Mariano Rajoy, de España, exigieron a Estados Unidos explicaciones sobre las actividades de la NSA, al tiempo que Washington se ha mantenido en silencio. Según el Journal, la reacción estadunidense tuvo el propósito de proteger las relaciones con sus aliados.
Poco antes de que el Journal publicara la versión sobre la colaboración de Francia y España con la NSA, el director de esta entidad, el general Keith Alexander, dijo ante el Comité Selecto de Inteligencia de la Cámara de Representantes de su país que los millones de registros telefónicos en Francia y España fueron recolectados como parte de un programa de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), pero calificó de completamente falsa
la información publicada sobre el espionaje a ciudadanos europeos.
El objetivo del seguimiento a los millones de telefonemas, apuntó Alexander, fue el de proteger a los países miembros de la OTAN –Francia y España entre ellos– y las operaciones militares de la alianza atlántica en regiones que no precisó.
Alexander cuestionó el trabajo de los periodistas, al afirmar que quienes analizan la información filtrada por Snowden no comprenden o malinterpretan los registros y documentos que examinaron. La crítica atañe en parte al reportero estadunidense Glenn Greenwald, coautor del texto publicado la semana pasada en Le Monde, quien se separó este mes del diario londinense The Guardian para participar en un nuevo proyecto periodístico.
Ni el gobierno de Francia ni el de España emitieron hoy comentario alguno sobre su presunta colaboración con la NSA o con la OTAN.
No obstante, como consecuencia de las denuncias de espionaje telefónico en España, la Fiscalía General ordenó la apertura de diligencias informativas, el paso previo al inicio de un proceso judicial, en caso de que exista un delito que perseguir y si las autoridades tienen competencia legal para actuar.
El general Alexander no se refirió en su comparecencia ante congresistas a la intervención de un teléfono de uso oficial de la canciller alemana Angela Merkel ni sobre el espionaje a las comunicaciones de otros 34 gobernantes del mundo.
Sin embargo, el diario The New York Times informó hoy que el presidente Barack Obama está dispuesto a ordenar que la NSA cese el espionaje a jefes de Estado y de gobierno de países aliados, lo cual fue confirmado por la Casa Blanca.
El director de Inteligencia de Estados Unidos, James Clapper, quien también compareció ante el comité de la Cámara de Representantes, reconoció que espiar a líderes extranjeros es un principio básico de las operaciones de las distintas entidades del gobierno y de las fuerzas armadas que están bajo su supervisión. Afirmó además que países aliados de Washington vigilan regularmente
a políticos y agencias de espionaje estadunidenses.
Pese a las explicaciones de los funcionarios ante el Congreso estadunidense, la ministra alemana de Justicia, Sabine Leutheusser, se sumó a parlamentarios europeos que sospechan que la NSA utiliza la información sobre comunicaciones telefónicas con fines de espionaje económico, por lo que apoyó la demanda de los eurodiputados de suspender el programa de inteligencia antiterrorista conocido como SWIFT, compartido por Estados Unidos y la Unión Europea.
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