Su madre y manifestantes señalan cabos sueltos
y exigen parar feminicidios en el estado
Lunes 21 de octubre de 2013, p. 29
Guanajuato, Gto., 20 de octubre.
Unas mil 500 personas que acudieron a la misa y al sepelio de Nelly Yessenia Romero Salazar, alumna de la Universidad de Guanajuato (UG) cuyo cuerpo apareció colgado de un árbol, exigieron justicia y calificaron de falaz
la versión de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), según la cual se trató de un suicidio.
El procurador Carlos Zamarripa Aguirre difundió en un comunicado: La causa de su muerte fue asfixia por ahorcamiento. La mecánica de los hechos indica que la joven se suicido; sin embargo, la carpeta de investigación sigue su curso
.
No obstante, en esta entidad, donde se han cometido 60 feminicidios en lo que va de 2013, prevalecen la indignación y la desconfianza. Universitarios que acudieron al sepelio rechazaron la versión oficial y demandaron a la PGJE respuestas objetivas
.
Martha Salazar, madre de la víctima, señaló que hay varios cabos sueltos
que la procuraduría no ha explicado. Por ejemplo, no se ha investigado cómo llegó la joven a la sierra de Santa Rosa y cómo sobrevivió cuatro días si no tenía dinero (salió el 14 de octubre y cuatro días después encontraron el cadáver).
La alumna de Economía fue despedida en medio de rezos, llantos y exigencias de justicia durante la misa que se ofició en el Templo de Belén. Con flores blancas y fotos, familiares y amigos abarrotaron las calles por donde pasó el cortejo fúnebre.
Mujeres, algunas vestidas de blanco, portaban pancartas con frases como: Callaron tu voz, Nelly, pero abrieron nuestras gargantas y clamamos justicia para ti
; señor gobernador, ¿que hubiera hecho usted si fuera su hija?
y “¡no más feminicidios en Guanajuato!”
Al igual que la familia de Nelly, desde el 10 de abril María de la Luz Alvarado exige justicia para su hija, María Guzmán, de 14 años, quien desapareció y días después su cuerpo fue localizado en un arroyo con piedras y una llanta encima, pero la PGJE sólo reportó que le dio un infarto
.
En Cuernavaca, Morelos, unas 60 personas marcharon para exigir que cesen los crímenes contra jóvenes, después de que el 2 de octubre fue asesinado a golpes Carlos Popoca Méndez.
Los manifestantes caminaron con flores y velas, encabezados por los padres de Carlos Popoca y se concentraron alrededor de la ofrenda que se encuentra fuera del palacio de gobierno. Después caminaron en silencio para demandar al gobernador Graco Ramírez, al presidente Enrique Peña Nieto, y al edil de Cuernavaca, Jorge Morales Barud, que apliquen de inmediato politicas que garanticen la seguridad y justicia en el estado y el país.
En las pancartas que portaban se leía: ¡La calle es de todos! ¡No permitamos que nos la arrebaten!
¿Por qué tantos crímenes en la plazuela El Zacate (en el centro de la capital, a una cuadra del palacio de gobierno estatal) y no se ha hecho nada?
; ¡Justicia para nuestros hijos, nuestros padres, nuestros muertos! ¡No más dolor, no más llanto, no más muertes!
El padre de la víctima, como en 2011 lo hizo el poeta Javier Sicilia tras el asesinato de su hijo, llamó a la gente a sensibilizarse y demandar paz, justicia y seguridad, porque en estas condiciones de inseguridad ya no se puede vivir
, afirmó.
De enero a agosto fueron asesinadas 412 personas en Morelos.