Karen Souza, la cantante que ha cautivado con sus álbumes Jazz & 80’s, Jazz & 70’s y Jazz & 90’s y Bossa’n Stones, y ahora con su nuevo disco Hotel Souza, ofrecerá dos conciertos el mismo día, 25 de octubre, en el teatro Metropólitan, a las 19:30 y 21:30 horas.

Dueña de una voz equilibrada, mental, que levita, y con mucha fuerza, Karen ya ha dado conciertos en México. Ahora, ha recorrido varias ciudades con la gira Hotel Souza, título derivado de su nuevo disco, producido por el estadunidense Joel McNeely, reconocido por su trabajo con artistas como Tony Bennett, Peggy Lee, Al Green y Jaco Pastorious.

El trabajo de Souza se ubica dentro del llamado sonido vintage y para su versión de I heard it through the grapevine (clásico de Marvin Gaye), se dio el lujo de contar con varios músicos de la banda original de Marvin.

Hotel Souza fue grabado en Los Ángeles. Karen aprendió ahí de compositores como Pamela Phillips Oland, postulada a premios Grammy y quien trabajó con Whitney Houston, Earth, Wind & Fire y Aretha Franklin.

Hotel Souza es un álbum de composiciones de Karen, que ha sorprendido por su originalidad y belleza. En entrevista, expresó que para ella cantar es una forma de vida. Canto desde pequeña y creo que ese ha sido mi manera de exteriorizar mis sentimientos. Sí, cantar es un entrenamiento diario. No imagino la vida sin música, sin poder expresarme; sin música es como quedarte con mucho adentro. Para mí, es una necesidad y un hábito.

–¿Cuál es el concepto de Hotel Souza?

–El objetivo era mezclar algo que venía haciendo. Empecé mi carrera escribiendo canciones y quería juntar las dos cosas: la escritura con este proyecto. Es un disco que ha logrado su punto, tanto en popularidad como a nivel personal, como un logro mío.

“Queríamos hacer un disco clásico, de 10, 12 canciones, como eran los discos antes, y teníamos como 30 piezas, así que lo que quedó fue lo mejor. Hotel remite a… cada canción es como una historia de amor muy particular. Encontramos esa metáfora: que cada tema fuera una especie de habitación de hotel, y atrás de las puertas hay un mundo distinto, que no se puede imaginar. Ese es el misterio que le quisimos dar al disco.

Hay personas que se la pasan en los hoteles y tienen su propio tiempo y espacio, sobre todo para los artistas. Vives de hotel en hotel y de repente te despiertas y no sabes en dónde estás. Pueden ser espacios de descanso si estás de gira. A mí lo que me pasa es que cuando estoy de gira me ataca un poco la creatividad.

Amor en todas sus formas

La palabra hotel remite a muchas canciones emblemáticas del rock, como El hotel de los corazones rotos, Hotel California…

A The Doors, también. El tema del disco es el amor en todas sus formas.

–A quien le guste el jazz le va a gustar Hotel Souza y sus otros discos.

–Sí, creo que hoy por hoy el arte en general es una mezcla de todo, de muchos géneros de la música, de movimientos en el arte. Hay que tomar un poco de cada cosa y de cada género, lo que a uno más le gusta. A los puramente ortodoxos seguramente no les va a gustar, pero sí hay gente que al escucharlo se ha acercado a cosas que hay por ahí. Así que creo que también es un buen puente. Los ortodoxos del jazz corren detrás de la excelencia, y está bien. Por eso tengo un público diverso: niños, gente mayor, quienes no tenían algo para ver en vivo y esto les ha dado una razón. Veo parejas; en fin, hay de todo”.

Recuerdos de la infancia

Afirmó que no sabía que podía cantar jazz, hasta que la invitaron a grabar la saga de los 70, 80, 90. Tenía esa espinita clavada, porque mi madre era cantante de jazz. Es un recuerdo de la infancia escuchar esos discos con ella y bailar, reírnos. Eso estaba incluido.

Recomendó oír la primera canción, París. Es una pieza interesante y fue fundamental el trabajo del productor. Fue realmente la sorpresa, porque tiene ese concepto de misterio, de relación prohibida, como de ocultamiento; el final es majestuoso, el principio también. El trabajo del productor es impecable.

En otros discos tamiza canciones de The Beatles, de The Cure, etcétera, en versiones en las que la melodía principal es apenas una pincelada. Es muy especial con Robert Smith, cuyo modo de ser es tímido. “Eso es algo que no puedo racionalizar. No estudié música, por lo cual la parte matemática, racional de la música, no la comprendo. Puedo pensar ciertas cosas. De niña, mis padres me veían con ciertas aptitudes. Soy una persona muy sensible y muy mental al mismo tiempo, y si la música la pasara por la parte racional me parece que no podría sentirla tanto. También está el otro lado, el instintivo, lo intuitivo. Trato de vivir en otra época porque hay cosas que no me gustan de esta… la rapidez con la que pasan las cosas; tanta computadora, tanto celular. Trato de vivir de una manera que me haga más feliz, a través de la música, sobre todo”.

Karen también interpretará algo de sus otros discos, como el dedicado a The Beatles. Me interesa, sobre todo, el mensaje de John Lennon, pacifista, de volver al origen de las cosas. Cantar, más que equilibrio, es, para mí, interpretar con la mente, levitar con la música.

Boletos en Ticketmaster, 5325-9000, y en taquillas del teatro Metropólitan.