Se sancionará a los que edificaron el Museo del Chocolate: Franco
aumentar las multaspor daños al patrimonio
Viernes 18 de octubre de 2013, p. 4
Mérida, Yuc., 17 de octubre.
La directora general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), María Teresa Franco, informó que se estudia cómo imponer sanciones económicas a quienes causaron daños al patrimonio prehispánico durante la construcción del polémico Museo del Chocolate.
Asimismo, señaló que el INAH propondrá aumentar las multas por causar perjuicios a la riqueza nacional.
Nuestro proceder fue muy claro: aplicamos la ley porque el proyecto se inició sin autorización y, como consecuencia, se decidió que las palapas ya construidas serán demolidas, además de imponer una sanción económica
, indicó respecto del Museo del Chocolate.
Entrevistada en el Gran Museo Maya de Mérida, donde inauguró el coloquio La relación sociedad-naturaleza entre los Mayas, como parte del Festival Internacional de la Cultura Maya, la funcionaria señaló que el llamado Museo del Chocolate en Chichén Itzá fue un proyecto que inició sin autorización del INAH.
Dijo que desde febrero del presente año se advirtió a la empresa responsable, de origen belga, Belcolade, que debía suspender los trabajos, al detectarse labores de desmonte en los terrenos. Sin embargo, se ignoró el aviso y continuó con la obra, lo que obligó a colocar sellos de suspensión.
La directora del INAH dijo que no hay marcha atrás en la demolición. Es un proceso jurídico que aún está abierto y al finalizar se procederá a retirar las palapas y reparar el daño
.
Indicó que existe una denuncia en la Procuraduría General de la República, iniciada por la propia autoridad judicial con los elementos que aportaron los arqueólogos a cargo, aunque de manera directa el INAH no interpuso ninguna.
Por otra parte, Teresa Franco anticipó que estará viajando con mayor frecuencia a Yucatán, debido a que se cuenta con un importante recurso para ejercer en la creación de empleos temporales.
Esto beneficiará a las comunidades cercanas a las zonas arqueológicas, donde se aprovechará la mano de obra para trabajos de conservación y mantenimiento.