Guanajuato, Gto., 16 de octubre.

La compañía francesa Maguy Marin presenta la obra coreográfica Salves, en la edición 41 del Festival Internacional Cervantino (FIC), como “una respuesta al presente, en un momento cuando en el mundo emerge un nuevo tipo de fascismo, ese es el perfume que nutrió la creación.

El arte no nos enseña nada, pero nos despierta. Y eso es lo importante. Nos quiere dar un mensaje, está pidiendo ayuda para resistir a algo que existe, afirmó Ennio Sanmarco, asistente de la compañía, en conferencia de prensa anterior a las tres funciones que ofrecerán en el Teatro Principal, del 17 al 19 de octubre.

Me gustaría saber qué es lo que esperan de un espectáculo de danza contemporánea, fue la inquietud sincera del representante que dio voz a la propuesta de la coreógrafa Maguy Seguy, nacida en Touluse en 1951, hija de refugiados españoles por la Guerra Civil, lo cual ha marcado su carrera y que en sus inicios asombró con May B y el uso de textos de Samuel Beckett.

Salves no es un espectáculo con estructura narrativa, no hay que esperar una historia, sino una forma de recepción del mensaje de reflexión de una artista que reacciona al presente, describió lo que crearán siete bailarines en escena, con una obra que en el momento de gestación fue un magma artístico con muchos destellos, pero que ya materializada obedece a una coreografía milimétrica, cuidada en todos los detalles y énfasis en el juego de luces.

Es una propuesta que no cuenta nada, pero que despierta una percepción física, intelectual, política y artística, explicó. Abundó que hay mucha referencia al pasado cinematográfico y pictórico, con un impacto en el espectáculo.

Tras varios años al lado de la coreógrafa y directora de la compañía, destacó que en los trabajos de Maguy Marin hay una preocupación constante por la pregunta, ¿cómo poder vivir juntos en el mundo actual? Salves lanza una mirada al siglo XX y la forma de resistir a pesar de lo que está sucediendo, recuperar cosas que ya se han construido y tienden a perderse.

Un trabajo rítmico muy potente que atraviesa todas las obras desde MayB hasta hoy, caracteriza a la obra estrenada en 2010 y con visita en el Cervantino una vez más. Son acciones muy precisas, con gestos que parecen muy sencillos, pero que buscan la voluptosidad del cuerpo y que requieren un dominio muy fuerte para moverse en la oscuridad.

Fascismo del pensamiento

Marin se ha defendido de la etiqueta de propaganda. La forma en que pone el fascismo en el escenario no es una ideología, es una reacción a los actos que hoy se presentan evidentemente en países como Italia o Francia, señaló. La banda sonora que acompaña Salves tiene por eso algunos sonidos subliminales, como la voz del dictador, de los totalitaristas, los diseñadores de moda, la forma del fascismo del pensamiento que se nos impone hoy en día.

–¿Y cómo se manifiesta el fascismo corporalmente en la danza? –se preguntó desde la audiencia periodística. Tras un silencio de segundos que parecían minutos, Sanmarco sonrió, suspiró y contestó: Ven a ver el espectáculo.

Agregó: Todo lo que pertenece al trabajo de resistencia tiene lugar en la oscuridad, es muy difícil de ver. Y todo lo que ocurre bajo la luz fuerte no es muy interesante. El trabajo real no es el que se ve en los periódicos o la televisión, sino lo que se dice de una forma más clandestina.