Las provincias turísticas Bohol y Cebú, las más afectadas; desplome de edificios y puentes
Mal tiempo y deslizamientos de tierra inhabilitan carreteras, lo que dificulta tareas de rescate
Miércoles 16 de octubre de 2013, p. 30
Manila, 15 de octubre.
Por lo menos 99 personas murieron y cerca de 300 resultaron heridas a causa de un terremoto de 7.2 grados Richter que estremeció el centro de Filipinas, principalmente las provincias turísticas Bohol y Cebú; se teme que la cifra pueda aumentar toda vez que los socorristas no han podido llegar a algunos edificios derrumbados, incluido un hospital.
Este martes es día feriado en Filipinas por la festividad musulmana de Eid Adha, (la celebración del sacrificio) por lo que gran cantidad de edificios públicos y escuelas se encontraban vacíos. Se calcula que 77 de las muertes ocurrieron en Bohol, 15 en la vecina Cebú y una más en la isla Siquijor.
El epicentro del sismo se ubicó dos kilómetros al sureste de la ciudad de Carmen, en Bohol, una isla del archipiélago de las Visayas, y a una profundidad de 56 kilómetros, lo que evitó que los daños fueran mayores, informó la Agencia de Vulcanología de Filipinas.
Edificios públicos y de viviendas se derrumbaron en Bohol y Cebú, y algunas iglesias históricas se desplomaron por el terremoto que provocó pánico, interrumpió el servicio de electricidad y de transporte, y forzó a la evacuación de hospitales, de acuerdo con el Consejo Nacional de Gestión y Reducción de Daños en Desastres, que detalló que cuatro puentes colapsaron, muchas carreteras se agrietaron y otras quedaron inhabilitadas.
Deslizamientos de tierra y la cancelación de vuelos domésticos para revisar el estado de los aeropuertos en las áreas afectadas, dificultaron las tareas de rescate, además de que los fuertes vientos y lluvias obligaron a un helicóptero de socorro a retirarse.
El temblor dañó el atracadero de Tagbilaran, capital de Bohol, y causó algunas grietas en el Aeropuerto Internacional de Cebú. También resultaron gravemente dañadas iglesias centenarias, entre ellas la más antigua del país, la Basílica de Minore del Santo Niño de Cebú, del siglo XVI, que perdió el campanario.
En la municipalidad de Loon, al oeste de Carmen, donde murieron 18 personas, muchos pacientes quedaron atrapados en un hospital que se derrumbó parcialmente, en tanto que una estampida en un gimnasio de Cebú, donde había numerosas personas esperando a recibir asistencia, ocasionó la muerte de cinco personas, entre ellas una niña de cuatro años.