La cantante mallorquina actuó en El Plaza Condesa
Sábado 28 de septiembre de 2013, p. 8
A las 21:15 horas del jueves, ante un auditorio con más de mil personas, Concha Buika apareció en el escenario de El Plaza Condesa vistiendo un ajustado vestido blanco, el cual transparentaba su desnudez. Acompañada por el pianista de origen cubano Iván Lewis y el percusionista español Ramón Porrina, la cantante, originaria de Mallorca, España, abrió su presentación con el sencillo Sueño con ella, el cual forma parte de su producción discográfica más reciente, titulada La noche más larga.
Montaña rusa de emociones
Haciendo despliegue de una electrizante presencia escénica, los gritos y silbidos de la audiencia fueron silenciados inmediatamente en cuanto la bella cantante tomó el micrófono. Durante la hora y media que duró su presentación, la voz de quien Chavela Vargas nombró su heredera, transportó a la audiencia en una montaña rusa emocional, de ritmos que causaban suspiros a la vez que vibraciones, por lo que los presentes no sabían si bailar o envolverse en la melancolía de sus letras.
Durante la noche, que no fue lo suficientemente larga, la intérprete coqueteó con el auditorio, particularmente con aquellos que se encontraban en las primeras filas, a los cuales sedujo al tomar una nota de la mano de un fan, que procedió a guardar en su pecho, para después regalar un collar a una joven de la audiencia, quien estupefacta no sabía qué hacer, hasta que la artista le dijo: Vamos, mami, tómalo
.
No pudo faltar una dedicación a quien ella llamó mi mamá Chavela (Vargas)
, y así, al ritmo de las palmas e invitando a todos los presentes a cantar, comenzó En el último trago (de José Alfredo Jiménez), tema al cual modificó la letra, para una vez más flirtear con aquellos que le gritaban: Buika, te amo
; así cantó: “Tómate esta botella conmigo y en último trago me… ¡besas!”
A poco más de una hora de concierto la cantautora se despidió y las paredes del foro retumbaron con un rotundo: ¡No! Ante tal clamor, la cantante volvió casi de manera inmediata al escenario, y una vez más, entre declaraciones de amor y gritos, su voz silenció a los presentes.
Evidentemente, jugando con la audiencia, la sensual artista se despidió una vez más, sólo para regresar instantáneamente al ritmo de Mentirosa. Al terminar, dijo: Me he prometido que no volveré a llorar por el amor de uno, cuando tengo al amor de tantos
.
Ante el coloquial grito mexicano ¡Ajúa! de uno de los presentes, Concha Buika compartió que siempre ha querido poder gritar así, pero que eso no se aprende, se lleva en las venas, y tú sabes qué fuerte es esa vena, que un negro cubano y una negra, que no sabe ni de dónde es, (siempre) terminan cantando mariachi; eso está cabrón; no lo entiendo
. Entre carcajadas, aplausos, gritos y al ritmo de un piano mariachi, la audiencia comenzó a cantar con ella el tema Volver, volver, al término del cual reiteró su amor por México y se despidió de todos, esta vez de manera definitiva.
Las próximas paradas de su gira son en Londres el 14 de octubre, y en Bruselas el 18 del mismo mes.