Realizaban trabajos en Sao Paulo para el Mundial de 2014
Sábado 28 de septiembre de 2013, p. a14
Sao Paulo, 27 de septiembre.
El gobierno brasileño rescató a 111 empleados que trabajaban en la ampliación del aeropuerto de Sao Paulo, con miras al Mundial de futbol de 2014, quienes eran sometidos a condiciones de trabajo esclavo.
La empresa responsable por las obras de ampliación del aeropuerto de Guarulhos los mantenía alojados en situación inapropiada y presos por deudas
, indicó un informe del Ministerio del Trabajo.
Los obreros fueron contratados en ciudades del noreste brasileño, la región más pobre del país, con la promesa de recibir un salario mensual de mil 400 reales (625 dólares, poco más de dos salarios mínimos).
Sin embargo, al llegar a Sao Paulo no comenzaban a trabajar de inmediato, sino que entraban en una especie de reserva
de mano de obra que podría ser contratada en el futuro, explicó Renato Bignami, del programa de erradicación de trabajo esclavo del Ministerio.
Mientras, esperaban en condiciones insalubres
en instalaciones cercanas a las obras. Había trabajadores durmiendo en el piso, no les daban colchones, no estaban alimentados ni vestidos correctamente
, destacó Bignami, citado por la estatal Agencia Brasil.
De los 111 obreros, seis eran indígenas de la etnia pankararu.
La dirección de la empresa OAS, una de las mayores constructoras de Brasil y con operaciones en otros países, negó tener conocimiento de este esquema.
La OAS resalta que no mantiene personas alojadas en la obra y no utiliza intermediarios en la contratación de sus colaboradores
, indicó la empresa en una nota enviada este viernes a la agencia Afp.
No obstante, despidió a sus empleados señalados en la denuncia.
Los trabajadores rescatados recibieron pagos atrasados y fueron enviados a sus ciudades de origen, donde recibirán ayuda de programas sociales, precisó el gobierno.
Un tribunal ordenó además el bloqueo de 15 millones de reales (unos 6.7 millones de dólares) en bienes de OAS hasta que cumpla con todas las exigencias del poder público.
La citada empresa encara multas por 138 mil reales (61 mil 600 dólares) y podría entrar en el registro gubernamental de compañías que practican trabajos en condiciones precarias.
La esclavitud fue formalmente abolida en Brasil en 1888, pero la práctica de sometimiento laboral bajo situaciones denigrantes aún es común. En 2012 las autoridades rescataron a más de dos mil 800 personas que trabajan en condiciones infrahumanas.