Con sus 69 años a cuestas y después de participar como rescatista en distintos desastres naturales, tanto en México como en el extranjero, Juana Huitrón e Islas se prepara para ayudar con su grupo de topos Rescate Internacional 19 de Septiembre a los damnificados del huracán Ingrid y la tormenta tropical Manuel.

Ayer por la mañana, la labor que ha desempeñado desde hace 28 años, en los sismos de 1985, fue reconocida por las autoridades de la delegación Cuauhtémoc, quienes crearon la medalla que lleva su nombre para distinguir a las personas que se han dedicado al rescate de víctimas en situaciones de desastre.

En entrevista, la galardonada, que habita en la colonia Peralvillo, destacó que a pesar de sus años aún tiene mucho que dar a quienes enfrentan una desgracia. Mi intuición para saber dónde hay alguna víctima y el motivar a los integrantes de mi equipo, porque aunque sean hombres se desmoronan ante la tragedia, creo que son algunas de mis habilidades, expresó.

En el 85, en Juárez e Iturbide acordonaron un hotel, yo pasaba y sentía cómo latía mi corazón, fue un aviso. Solicité el permiso para hacer la búsqueda, nos dieron 24 horas. Y encontramos viva a una señora con su nietecita. Las entregamos a la Cruz Roja, nunca supe cómo se llamaban, pero que alegría ver la vida de nuevo, narró.

Experiencias que marcan

Considerada como la primera mujer topo, tras su participación en las labores de rescate en esos acontecimientos, Huitrón e Islas señaló que sin duda esa experiencia marcó su vida, pero todos los desastres en los que ha apoyado le han dejado una “huella profunda.

Sé lo terrible que es para la gente perderlo todo; estuve en el deslave que hubo en la sierra norte de Puebla, arrasó con las casitas hechas de lámina y adobe. Aquí a los citadinos se les pierde una televisión y lloran, allá no, la gente llora cuando pierde sus animalitos, todo eso te conmueve y te enseña a tener más humildad, apuntó.

Afirmó que en desastres como los ocurridos con Ingrid y Manuel, la emergencia no acaba cuando deja de llover. Quedan las secuelas y es cuando más hace falta ayudar a la gente, refirió tras señalar que ya dos grupos de topos se trasladaron a Acapulco y Veracruz, y uno más se prepara en la colecta de víveres para partir a donde más se requiera.

El centro de acopio se ubica en Bolonia número 1, fraccionamiento Izcalli Pirámide, en Tlalnepantla, estado de México, en donde se solicitan víveres, frazadas y colchonetas.