Yahel Castillo puede presumir de haber logrado oro, plata y bronce en cualquier latitud deportiva y de ganar cada vez más respeto en las fosas de clavados mundiales, pero tiene un pendiente: conquistar una medalla olímpica, la cual espera obtener en Río 2016.

Acostumbrándose a los frecuentes halagos de la gente, Castillo vive un momento de logros y triunfos, porque ya me di cuenta de que cuando me debo poner a estudiar, lo hago totalmente; si se trata de entrenar, lo hago sin distracciones; que toca divertirse, lo hago al cien; cada cosa en su tiempo y en su lugar, pero al cien.

Con altibajos en su carrera deportiva, que en más de una ocasión le costó severas críticas y hasta desacuerdos con la gente que lo entrenaba, ahora el clavadista sabe que antes hacía lo que quería. Pero eso ya cambió, he madurado y sé que respeto, trabajo y disciplina es la única fórmula de triunfar en el deporte y en la vida.

Por eso, con un menú de ejecuciones de 3.5 y 3.9 (como su dos y media vueltas al frente con tres giros en posición B) grados de dificultad, tiene la certeza de que vamos en el camino correcto y no sé todavía si Jorge (Carreón, su entrenador) esté pensando en modificar la rutina, aunque de lo que sí estoy seguro es de que debemos mejorar la calidad para alcanzar el objetivo, que es una medalla olímpica.

No tiene planeado el color del metal, pues ya estando en una final olímpica puede pasar cualquier cosa y quiero que nos suceda a nosotros.

Con dos participaciones en las justas de Pekín 2008 (séptimo lugar) y Londres 2012 (sexto), pero una cosecha de medallas en series mundiales y competencias del orbe, así como regionales, Yahel dice que no se distraerá en ningún momento.

No sé si los de Río sean mis últimos Juegos Olímpicos, pero de lo que sí estoy seguro es de que deberán ser en los que consiga esa medalla largamente esperada, porque otra certeza que tengo es que en México cada día se vuelve más difícil clasificar a las competencias internacionales, porque el nivel de los juveniles está fuerte, muy difícil, es como estar en un mundial con sólo mexicanos, de ese tamaño está la cosa, terminó.