“En la obra de teatro-cabaret Por el lado más bestia se presentan monólogos y sketches recopilados a lo largo de 10 años de trabajo independiente en espectáculos de humor e improvisación teatral.

Presentaremos a los mexicanos estas ideas de humor ácido donde dos personas hablan sin filtros, expresó en entrevista el argentino Pablo Mikozzi, del grupo Lado B, que hoy dará función a las 23 horas en el bar La Sacristía (República de Cuba 17, colonia Centro), dentro del 11 Festival Internacional de Cabaret.

Mikozzi es humorista, guionista y actor; en el escenario lo acompaña Tino Tinto. Su show está basado en la técnica del bufón y utiliza recursos pertenecientes al café concert, el varieté y la improvisación. Entre algunos artistas del programa de este festival se afirma que Mikozzi maneja un humor inteligente y crítico mediante monólogos mordaces y provocativos sobre temas actuales.

“Son monólogos peligrosamente reales. Es una obra de humor político y crítica a los políticos, por tanto la gente se identifica, por la manera que tenemos de expresarnos. En todos los países las personas tratan de hacer valer sus derechos; lo que haremos va a ser bien recibido por el público mexicano. Me parece que las injusticias son las mismas en Argentina que en México.

Es decir, el rico es poderoso, en tanto que un marginal padece a los ricos. El humor de acá y el de allá son bastante parecidos. Se critica o se burla de la manera de vestir, por ejemplo, pero imagino que en Argentina el humor es un poco más oscuro que el del mexicano. Acá todo tiene más color, en tanto que allá es un poco más gris; nuestra dialéctica es un poco más oscura..

El ego, a la baja

–Es usted muy modesto, ni parece argentino.

–El ego ha venido a la baja, pero sí, tenemos muchas experiencias por fanfarrones y bocones, así que calculo que algo debemos estar aprendiendo. Sin duda eso es ya un cliché, porque en América Latina entera la gente es bastante parecida en muchas cosas. Ahora bien, creo que los fanfarrones somos divertidos.

Mikozzi lleva 10 años haciendo teatro-cabaret. Antes hacía teatro dramático y estaba en televisión, pero de repente halló el teatro-cabaret y se dio cuenta de que era lo suyo. “Descubrí que me gustaba mucho más hacer reír que llorar. Hallé que podía hablar de cosas mucho más importantes desde el humor, porque se tiene otra mirada. Intelectualmente eso me sedujo y ya no paré.

El tono cáustico del humor del teatro-cabaret es un escape. Es lo mejor que tiene el cabaret y es lo que puede aportar, porque la gente reflexiona sobre lo que ve. Tal vez a través de los excesos uno aprende que hay otro lado de las cosas que no conocía o que era un hipócrita, porque no lo quería reconocer. La gente se ve en el espejo y eso es bueno. Finalmente, el cabaret habla de la gente común, de cómo es.

–¿En Argentina cuántos artistas hacen cabaret?

–Cada vez hay más. Este es un arte tangible y popular; no hay que ser un genio para hacer algo, pues sólo hay que observar alrededor para tener material del cual hablar. Es más, cada uno de nosotros tiene un lugar patético escondido. De eso trata Por el lado más bestia.

–¿Algún día el teatro-cabaret tendrá difusión masiva?

–Lo merece, pero hay miedos, porque cuanto más mediocre es, mejor para los medios y los grandes empresarios. Ahora bien, eso dependen de nosotros.

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