Se mantiene un esquema de formación empresarial, por competencias, lamentan
Consideran positivo incluir el contexto social, cultural y lingüístico del alumno en la valoración
Domingo 11 de agosto de 2013, p. 30
La nueva norma de evaluación y acreditación con que la Secretaría de Educación Pública (SEP) pretende determinar los conocimientos de los alumnos de primaria y secundaria tiene más continuidad que una verdadera ruptura
con el modelo impulsado por las administraciones panistas, consideraron maestros y directores.
Ante la inminente aprobación del acuerdo secretarial para establecer nuevas reglas para la evaluación, acreditación, promoción y certificación de la educación básica, que deberá estar vigente antes del 19 de agosto, destacaron que si bien hay avances al incluir como elemento evaluatorio el contexto social del alumno, deja intacta la aplicación de una valoración a través de exámenes, a lo que se le otorga un gran peso
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En entrevista por separado, Francisco Bravo, Pedro Hernández y Pedro Ramírez Vázquez, directores y profesores con más de 25 años de experiencia docente, y dirigentes del magisterio disidente, señalaron que se pretende arrasar con un esquema aberrante de calificaciones impuesto por Fernando González, ex subsecretario de Educación Básica y yerno de Elba Esther Gordillo
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Luego de que la SEP lanzó una iniciativa que elimina la calificación por letras y retoma el uso numérico, además de incluir el contexto social, cultural y lingüístico del alumno para la valoración, Hernández apuntó que si se quiere borrar todo lo que se pueda asociar con la ex dirigente magisterial, la labor se realiza sin hacer un análisis del daño que se ocasionó al evaluar con un esquema tan empresarial
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Fue verdaderamente desastrosa la imposición de una cartilla de evaluación que otorgaba una valoración basada en un modelo industrial de calidad
, destacó.
Bravo consideró acertado
eliminar la calificación por letras y el que ya no se pida establecer una clasificación de los alumnos por niveles de velocidad de lectura.
Sin embargo, alertó, tampoco se puede apreciar un cambio de fondo en el modelo, pues pareciera que se recogen las banderas que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación ha exigido por décadas al demandar una evaluación integral, pero al mismo tiempo se mantiene un esquema de formación por competencias, las cuales deben ser evaluadas con exámenes, aunque estos no sean estandarizados
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