Como teatro de la empatía define el creador escénico suizo Daniele Finzi Pasca la estética de la compañía que encabeza, junto con Antonio Vergamini, Hugo Gargiulo, Julie Hamelin y Maria Bonzanigo, la cual desde 2011 se ha multiplicado para presentarse de manera simultánea en distintas partes del mundo.

En la compañía Finzi Pasca se han amalgamado las historias de las compañías Teatro Sunil e Inlevitas, con el propósito de desarrollar y ampliar proyectos artísticos generados originalmente por el denominado Teatro de la Caricia, técnica que se sustenta en el gesto invisible y la ligereza, como una forma de masaje para el alma.

Daniele Finzi Pasca es director, dramaturgo, coreógrafo y clown. Escribió y dirigió 25 obras para la compañía Teatro Sunil, las cuales han sido representadas en más de 20 países. Agrupación de la que fue integrante, por varios años, la actriz mexicana Dolores Heredia. Obras que se distinguen por un profundo, divertido y conmovedor sentido de humanidad.

De visita en nuestro país, para restrenar Ícaro, uno de sus más memorables y conmovedores espectáculos, habla de los proyectos en gira de la compañía en charla con La Jornada.

Uno de ellos es La Veritá, espectáculo sobre la vida de Salvador Dalí, y que integra una pieza única y peculiar de 15x10 metros, un telón de boca pintado en los años 40 por Dalí, y que nunca fue utilizado, pues pasó muchos años guardado en un cajón sin que nadie supiera de su existencia. Viajamos con la obra original, dice.

Es un espectáculo que se representa con 14 acróbatas, que cuentan la historia del surrealismo, la relación de Dalí y Gala, y la historia de ese telón. La obra se presentó en Montevideo y sigió su gira por Argentina, Brasil y Francia.

Luego de todos estos años, comparte Finzi Pasca, la esencia de la compañía es la empatía. Hay un tipo de teatro cuya poética es más solipsista, más para uno mismo, abstrayéndote del público, explica el creador escénico.

Nuestro teatro integra al espectador en nuestro juego y poética. Aquí, aunque todos sea de papel y de cartón, se vuelve más verdadero que la verdad misma. La sangre, por ejemplo, puede ser de tomate, pero cobra un color todavía más espantoso, fuerte y doloroso que la sangre verdadera, por ejemplo. Mi teatro es un teatro empático, que quiere danzar junto con el público.

Hubo un tiempo, concluye Finzi Pasca, en que México era una de las etapas importantes de nuestras giras. Ahora estamos tratando de regresar, para recuperar esa tradición.

Éxitos y reconocimientos

Finzi Pasca ha trabajado para el Cirque Éloize de Montreal. Entre sus reconocidas producciones se encuentra Nomade, la cual se presentó en París, Londres, Viena, Montreal, Atenas, Róterdam, Beirut, Hong Kong, Roma Milán, Madrid y Nueva York, entre otras ciudades, con la cual ofreció más de mil representaciones.

Por este espectáculo fue nominado al galardón de mejor director de los Drama Awards, de Nueva York. En 2003, el Cirque du Soleil le pidió que escribiera y dirigiera su espectáculo Corteo, que se estrenó en abril de 2005 y aún en gira por el mundo.

Finzi Pasca recibió también el encargo de diseñar y dirigir la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Invierno de Turín 2006.

En 2007 ganó el Swiss Award en la categoría de espectáculo artístico, y en 2008 lo recibió por su trayectoria artística, además de ser nominado para el 13 Premio Europa de Nuevas Realidades Dramáticas. En 2011, Daniele, como creador escénico, dirigió la ópera Aída, de Verdi, con el maestro Valeri Gérgiev, producida por el Teatro Mariinsky, de San Petersburgo, y en Nápoles, también participa en la obra Pagliacci, de Ruggero Leoncavallo, con Donato Renzwetti, producida por el Teatro San Carlo.

Ese mismo año (2011) fundó la compañía Finzi Pasca.

Actualmente, trabaja en el guión de su primera película, Piazza San Michele, producida por Julie Hamelin, y en la puesta en escena de Carmina Burana, con dirección de Valery G´rrgiev.