Domingo 4 de agosto de 2013, p. a16
Una historia de gran ladronería en el lejano norte, más allá de la nueva frontera mexicana al cruzar el río Bravo. Es el año de 1859 en Texas y corren las noticias sobre un tal Nepumuceno, bandido local.
Sin embargo, la reciente novela de Carmen Boullosa brota de un episodio anterior e inaudito que cimbra al pueblo de Bruneville, situado en un territorio con identidad confusamente en formación ante los nuevos cambios, independencias, guerras y anexiones, además de la consecuente llegada de inmigrantes de más allá de los ríos: el Bravo y el Hudson.
El sheriff Shears ha insultado a Nepumuceno: Ya cállate, grasiento pelado
. Un gringo carpintero se ha atrevido a afrentar en plena plaza del mercado a un importante terrateniente mexicano, el hijo de doña Estefanía, nieto y bisnieto de los dueños de los más de mil acres de tierra de Espíritu Santo. La noticia corre como pólvora por todo el pueblo, desde los sirvientes hasta los hombres honorables; el origen mexicano, gringo, europeo o indio apache no importa. El suceso causa revuelo y las consecuencias del incidente detonarán una narración que va de boca en boca, entre rumores, de estos nuevos habitantes de un nuevo territorio de recientes límites e identidades.
Un episodio, la pérdida de una importante extensión del suelo mexicano a manos de los estadunidenses en 1845, aparece como telón de fondo, en esta novela de territorios entre lo gringo y lo mexicano, en una reminiscencia western, donde rencores y afrentas son el pan de cada día.
Título: Tejas
Autor: Carmen Boullosa
Editorial: Alfaguara
Número de páginas: 360
Precio de lista: 279 pesos