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México

¿Nueva política anticrimen?
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Patrullaje militar la semana pasada en San Miguel Aquila, MichoacánFoto Reuters
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Periódico La Jornada
Martes 30 de julio de 2013, p. 29

La política de seguridad del presidente Enrique Peña Nieto ha recibido elogios a últimas fechas, en especial a la raíz de la captura de Miguel Ángel Treviño, líder de Los Zetas (una de las más brutales organizaciones criminales de México), el 15 de julio. Críticos del método seguido por el ex presidente Felipe Calderón (2006-12) para hacer frente al crimen organizado aprovecharon el reciente golpe a Los Zetas para demostrar que el gobierno actual no ha hecho tratos secretos con los traficantes ni atacado a ningún grupo en particular para favorecer a otros.

En una entrevista televisiva con un periodista mexicano, el presidente estadunidense Barack Obama comentó que el gobierno mexicano tomaba en serio los intentos de desarticular las operaciones de los cárteles internacionales. Sin embargo, la violencia relacionada con las drogas no ha disminuido en ningún grado significativo durante los primeros siete meses de la presidencia de Peña Nieto, y el mayor aumento de homicidios ha tenido lugar en el centro del país y en el estado de Jalisco, en el occidente.

Luego de asumir el cargo, en diciembre de 2012, Peña Nieto se ha esforzado por diferenciar la estrategia de su gobierno contra la amenaza del crimen organizado con respecto a la de sus predecesores, con un conjunto de iniciativas, entre ellas la creación de una gendarmería de estilo europeo que tendría funciones tanto policiacas como militares, concentrada en los estados y municipios más golpeados por la violencia relacionada con las drogas. Además se ha incluido en la nueva estrategia de seguridad un mayor enfoque en la política social, y en crear crecimiento y oportunidades, como forma de reducir la violencia a mediano o largo plazo.

Política más centralizada

La responsabilidad por la seguridad pública se ha confiado a una Secretaría de Gobernación dotada de nuevas facultades, bajo la dirección de Miguel Ángel Osorio Chong, la cual ha centralizado la toma de decisiones y se ha convertido prácticamente en la única fuente oficial de información sobre temas relacionados con las drogas. Osorio Chong, que preside sobre seis subsecretarías y 42 directores generales y ejerce un presupuesto que se ha triplicado de diciembre a la fecha, actúa como estratega en jefe del gobierno y vocero oficial en todos los asuntos relativos a la política de seguridad.

Conforme a los deseos del presidente, Osorio Chong ha buscado desalentar a los medios de cubrir la violencia del narcotráfico y ejercer un control estricto de la información relativa al tema. A corto plazo esto ha mejorado las percepciones públicas de la situación relativa a la seguridad, y permitido al gobierno enfocar la atención del público en su agenda económica. Al capturar a miembros del crimen organizado, ha buscado un enfoque simple y de bajo perfil, evitando los espectáculos mediáticos que fueron la marca del régimen anterior, el cual mostraba una tendencia a poner a sospechosos esposados y fuertemente custodiados a desfilar ante las cámaras.

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Miguel Ángel Treviño, El Z-40, el día en que se anunció su captura, el 16 de julio pasado, en imagen de video captado por la MarinaFoto Reuters

No baja la violencia

Aunque muchos han recibido bien la decisión de Peña Nieto de bajar de tono el tema de la seguridad y tocar rara vez el tema en público, esto podría resultar contraproducente si el gobierno no logra reducir la violencia relacionada con las drogas a niveles más manejables en un tiempo razonable. Osorio Chong se refiere con regularidad a la mejor coordinación de la política de seguridad lograda por autoridades a nivel federal, estatal y local, pero en realidad la violencia no ha disminuido en ningún grado significativo en los siete meses de la presidencia peñanietista. La reducción de asesinatos ligados con el narcotráfico comenzó en el último año del gobierno de Calderón, cuando el total de muertes fue de 13 mil 371, 17% menos que en 2011. Las mejorías en el panorama general de la seguridad en 2013 han sido menores.

Según Eduardo Guerrero, consultor en seguridad, la violencia del narcotráfico ha caído 9% al comparar los dos primeros trimestres de la presidencia de Peña Nieto con los dos últimos de Calderón. Si bien los homicidios se han reducido hasta cierto grado en los estados más afectados por la violencia durante las etapas finales del gobierno de Calderón (Guerrero, Chihuahua, Sinaloa, Coahuila y Nuevo León), están en ascenso en la ciudad de México y en Jalisco. En la capital del país, el número de asesinatos relacionados con las drogas se elevó 43% durante los primeros seis meses de la administración del actual jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, en comparación con los últimos seis de la de su predecesor, Marcelo Ebrard (2006-12). En Jalisco, el incremento en la violencia se ha ligado a una cruenta guerra entre el cártel de Sinaloa y una organización de reciente irrupción, el cártel Jalisco Nueva Generación.

¿Y la gendarmería?

Hay ciertos aspectos de la actual política de seguridad que requieren un examen más de cerca. La muy publicitada creación de una gendarmería nacional –compuesta por 10 mil soldados entrenados especialmente– para enfrentar al crimen organizado está lejos de materializarse, y ni siquiera se mencionó en el Plan Nacional de Desarrollo presentado a fines de mayo. El gobierno aún no justifica a satisfacción esta nueva unidad de nuevo cuño ni logra explicar cuál será su relación con la policía federal y sus 38 mil elementos. Los escépticos alegan que la gendarmería nacional no es más que un ardid publicitario para distraer la atención del hecho de que la política de seguridad de Peña Nieto guarda notable semejanza con la de sus predecesores. Nada de esto presagia mucho progreso en abatir los niveles persistentemente altos de violencia relacionada con el narcotráfico durante su sexenio; reducir la cobertura mediática del problema no significa que simplemente vaya a desvanecerse.

Economist Intelligence Unit

Traducción: Jorge Anaya

En asociación con infoestratégica