ualquier semejanza con lo que ha sido tradición en otros países es pura coincidencia. Nos referimos a las revelaciones que Luis Bárcenas, ex tesorero del Partido Popular, que hoy gobierna en España, hizo recientemente de que esa organización política ha estado los recientes 20 años financiándose ilegalmente, recibiendo donaciones millonarias en euros de constructoras y empresarios que, vaya casualidad, resultaron favorecidos con contratos de obra pública o servicios, por ejemplo.

Estas revelaciones no se hicieron a través de El País, el más importante diario español y al que el Partido Popular ha acusado de mentir al publicar información que muestra el grado de corrupción a que ha llegado dicha agrupación y sus principales integrantes. Esta vez aparecieron en el diario conservador El Mundo, e involucran claramente al presidente Mariano Rajoy.

Como si se tratara de una novela sobre la mafia, el dinero de los favorecidos con contratos y otras prebendas se entregaba en bolsas, maletines o maletas en las propias oficinas del tesorero del partido. Allí el tesorero y sus cercanos contaban los billetes y los metían en la caja fuerte, anotando puntualmente la cuantía y el nombre del donante. Una parte de este dinero sucio ingresaba a las cuentas bancarias del partido. Otra se destinaba a financiar ilegalmente las campañas electorales de sus candidatos. Y una tercera, se quedaba en la caja fuerte para utilizarse en otros asuntos, como pagar sobresueldos en efectivo al presidente, el secretario general y demás altos directivos del partido. También a integrantes del gabinete del ex presidente Aznar. Todo ello cuando una ley prohíbe cualquier ingreso extra, público o privado, a los integrantes del gobierno español.

Uno de esos integrantes (de 1997 a 1999) fue después presidente de su partido y ahora gobierna España. Es el mismo que hoy concentra el mayor poder en tiempos de la democracia de ese país, pues cuenta con la mayoría en el Congreso igual que en el máximo tribunal de justicia. Digno de novela negra es la forma como le llevaban a Rajoy su dinero sucio cuando era ministro: en una caja de puros.

Hoy el ex tesorero Bárcenas está en prisión por enriquecerse con parte de los millones de euros aportado por empresarios al Partido Popular, por lavar dinero y otros delitos no menos graves. Ese partido insiste en que todo es mentira, un montaje para desacreditarlo y, de paso, a sus honrados dirigentes.

El que siempre proclamó la honorabilidad del ex tesorero, el que más poder tiene en España, se ve obligado a comparecer el jueves próximo ante el Congreso para dar su versión de los hechos en los que está inmiscuido. Pero, como anota Baltasar Garzón, la indignación social no va a descender con una comparecencia tardía.