El Frayba recibe denuncias de amenazas de muerte de evangélicos a católicos
Lunes 22 de julio de 2013, p. 16
El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (Frayba) denunció un incremento en las agresiones contra católicos de la organización Pueblo Creyente en el ejido Puebla (municipio de Chenalhó, Chiapas). Este sábado, dos de ellos fueron privados arbitrariamente
de su libertad, golpeados y amenazados de linchamiento
. El domingo fueron trasladados a San Cristóbal de las Casas por el Ministerio Público y se encuentran detenidos. Otros tres recibieron amenazas, acusados de encabezar la construcción de la ermita
.
Capturados a golpes
, Mariano Méndez Méndez y Luciano Méndez Hernández, fueron acusados de haber envenenado el agua de la comunidad
. Un pretexto
, dijeron desde el Frayba. Según testimonios de Pueblo Creyente, esto nunca ocurrió. Al menos no por parte de ellos. No obstante, las autoridades ejidales informaron a la Secretaría de Salud que tenían decenas de intoxicados (de 60 a 88), lo cual no pudo ser confirmado por las propias autoridades. Y cuando funcionarios sanitarios intentaron estudiar el tanque presuntamente contaminado, éste se encontraba vacío
, según la parte acusadora, lo que no permitió la revisión.
Aprehendidos cerca de su casa, los indígenas fueron arrastrados durante quince minutos hasta la escuela del ejido, y amarrados de las manos y el cuello a un poste en la cancha de básquetbol
por Germán Gutiérrez Arias y autoridades comunitarias, denuncia el Frayba. Dijeron que les rociarían gasolina y les prenderían fuego para acabar de una vez con los dos
. Entre los agresores se encontraban Nicolás Santiz Arias y Agustín Méndez López, auxiliares municipales, además de Calixto y Benjamín Cruz Gómez, hijos del comisariado ejidal Agustín Cruz Gómez, quien ha encabezado las agresiones contra el grupo católico de la comunidad a raíz de la excarcelación de Jacinto Arias Cruz, ex edil de Chenalhó condenado por la masacre de Acteal y originario del ejido, quien una vez libre, visitó a sus correligionarios en abril.
El sábado, los agresores rodearon a Humberto Méndez Méndez, hermano de Mariano, y entonces el comisariado Cruz Gómez y sus colaboradores Lorenzo Gutiérrez Gómez, Javier Cruz López, Lorenzo López Méndez, Juan López Arias y Diego Hernández López, increparon
a Macario Arias Gómez, Pedro López Guzmán y Francisco López Santiz, de Pueblo Creyente, incitando a los presentes a agarrarlos y matarlos, cosa que no se llevó a cabo ya que éstos no se encontraban en el lugar
.
De acuerdo con testimonios recibidos por el Frayba, los agresores, identificados por su filiación religiosa como evangélicos, rodearon en la ermita a unos 35 católicos. Rosa Hernández Méndez, esposa de Méndez Méndez, fue agredida a golpes por algunas mujeres de la comunidad; además llegó al ejido el síndico municipal Andrés Gómez Vázquez, a quien se le impidió la salida.
Ahora podrían ser procesados tres integrantes de Pueblo Creyente por cargos falsos. Este domingo, unos 40 evangélicos se presentaron en la Fiscalía Indígena en San Cristóbal para presionar a las autoridades y, por la fuerza, impidieron el paso de los abogados que pretendían representar legalmente a los detenidos (uno de los cuales aún no ha sido identificado).
El conflicto, en apariencia religioso, se desencadenó en abril, luego de que las familias católicas determinaron reconstruir su ermita, ya que la anterior estaba deteriorada. El día 12 comenzaron a demolerla. El 29 de abril, un grupo de 140 personas, encabezadas por el comisariado Cruz Gómez y por otras autoridades de la comunidad, como Lorenzo Gutiérrez Gómez, Juan López Arias, Miguel Cruz Arias, Lorenzo López Méndez e integrantes del Patronato de Obra y Comité de Salud, todos del Partido Revolucionario Institucional y de religión evangélica, muchos de ellos pastores
, sostuvo el Frayba, invadieron el terreno y después de colocar una mojonera amagaron con apoderarse de esa fracción y del material de construcción
.
El primero de julio, los católicos reanudaron la construcción de la nueva ermita. El pasado día 18, un grupo de personas encabezadas por Agustín Méndez López y Javier Cruz López destruyó lo que se había edificado.