Cobijada por el mismo partido que durante 6 años condenó públicamente su desempeño al frente de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Patricia Espinosa Cantellano se encamina a ocupar la embajada de México en Alemania.

Aunque se avizora en el Senado la oposición a este nombramiento por parte de algunos legisladores del Partido de la Revolución Democrática, lo cierto es que a la también embajadora emérita le basta con los votos a favor de las bancadas del PAN y del PRI para asegurar esta promoción, avalada por el presidente Enrique Peña Nieto.

El paso de Patricia Espinosa Cantellano por la SRE en el sexenio calderonista le valió tantos reconocimientos como críticas. Entre las primeras, el éxito de reuniones auspiciadas por México, como la COP 16 sobre cambio climático, celebrada en Cancún en diciembre de 2010.

Mientras que las críticas se centraron en la pérdida de liderazgo de México en el exterior y en la serie de designaciones y promociones en la SRE. En su última conferencia como canciller, rechazó que los ascensos autorizados por Felipe Calderón en el Servicio Exterior Mexicano fueran un pago de favores a funcionarios afines al PAN.

Raúl Heredia, secretario particular de Espinosa, fue promovido a unas horas de finalizar el sexenio al cargo de embajador, uno de los ascensos más rápidos en la cancillería. Inclusive su propio nombramiento como embajadora emérita se realizó en privado y fue informado a través de un breve comunicado de prensa, en contrastre con ascensos como el de Rosario Green, abierto al público y con la asistencia de 500 personas.

Nadie es monedita de oro, respondió entonces al aceptar que no todos los nombramientos fueron del agrado de los integrantes del Servicio Exterior Mexicano.