Lunes 22 de julio de 2013, p. 27
Trappes, 19 de julio.
Residentes de la localidad periférica parisiense de Trappes atacaron con piedras a policías antimotines y quemaron 20 carros –según el reporte oficial del Ministerio del Interior– en el segundo día consecutivo de disturbios en la zona de vivienda popular, en protesta por el maltrato a una pareja de musulmanes.
De acuerdo con la versión gubernamental, el conflicto en Trappes, al oeste de la capital francesa, comenzó el jueves, cuando agentes policiales intentaron forzar a una islamita a que se quitara el velo de la cara en la vía pública, como ordena una ley vigente desde abril de 2011.
El esposo de la mahometana –los nombres de los dos se mantienen en reserva– trató de impedir que los uniformados le retiraran la burka. Además de golpear a los agentes intentó ahorcar a uno, según el fiscal regional Vincent Lesclous.
Sin embargo, según el Colectivo contra la Islamofobia en Francia, la pelea entre el islamita y los policías fue resultado de un acto de provocación cometido durante el diálogo con los musulmanes.
Unas 30 personas acudieron el viernes a la comisaría para exigir la liberación del residente de Trappes, pero ante la negativa de la autoridad unos 400 individuos se arremolinaron en torno al edificio, mientras la policía local recibió un número indeterminado de refuerzos, incluidos agentes antimotines.
Sitian
inmueble policiaco
Cuando cayó la noche, los inconformes lanzaron piedras a la comisaría, incendiaron botes de basura y destruyeron paradas de autobuses, hasta que los policías intervinieron y dispersaron a los manifestantes con gas lacrimógeno. Según una autoridad local, los vecinos sitiaron
durante una hora el inmueble de la policía.
La noche del sábado al domingo unos 50 jóvenes prendieron fuego a 20 automóviles y se enfrentaron con el cuerpo antimotines, pero esta vez los inconformes respondieron con bombas molotov el embate policiaco.
El enfrentamiento se extendió a varios barrios de Trappes, clasificados por la policía como zonas urbanas sensibles
, y duró hasta el amanecer del domingo. La policía reportó el arresto de cuatro personas y fuentes médicas confirmaron que un adolescente resultó gravemente herido de un ojo.
Manuel Valls, ministro del Interior, condenó las acciones de los residentes y dijo que ninguna razón justifica la violencia, lo cual es inaceptable
. El funcionario aseguró que los refuerzos policiales permanecerán en la zona hasta que el orden quede totalmente restablecido. Al cierre de esta edición no había información de más incidentes.
La región suburbana de París fue escenario de intensos choques entre sus residentes y policías antimotines durante los meses de octubre y noviembre de 2005. Cientos de automóviles y vehículos de servicio público y gubernamental fueron incendiados, en protesta por el maltrato policial a jóvenes hijos de migrantes africanos y árabes. Autoridades centrales de Francia declararon la zona en estado de emergencia
durante tres meses, hasta febrero de 2006, cuando la calma quedó restablecida.